El Ayuntamiento ha iniciado el trámite para modificar una pequeña parte del nuevo deslinde que planea sobre Benidorm desde hace años y que se encuentra recurrido en los tribunales por parte del Consistorio. Un cambio con el que salva del dominio público marítimo terrestre el hotel Selomar, propiedad de los Barceló -familia del senador popular Agustín Almodóbar- y evita así el retranqueo de los balcones y la pérdida de habitaciones en las obras de reforma proyectadas sobre el edificio, que se encuentra emplazado en primera línea de la playa de Levante y que acusa un grave deterioro después de ocho años cerrado a cal y canto y, además, haber sufrido un incendio hace algo más de medio año.
Hay que tener en cuenta que el nuevo deslinde que plantea la Dirección General de Costas para la ciudad turística dejaría afectadas a cerca de 3.000 unidades habitacionales, entre las que en un momento inicial también se encontraba el hotel Selomar. En la práctica, la nueva demarcación supondría que la zona sobre la que vuelan los balcones de numerosos edificios del paseo de Levante pasa a ser de titularidad estatal y, por tanto, sus propietarios no podrían realizar ninguna obra ni restauración sin eliminar las superficies voladas y retranquearlas fuera del linde. Ante esta situación, cientos de vecinos y el propio Ayuntamiento presentaron alegaciones para que Costas reculara. Pero el organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente solo lo hizo en dos pequeños tramos del litoral benidormense. Uno de ellos, precisamente, salva a este mítico hotel de la nueva demarcación.
Tras el dictado de Costas, los propietarios debían solicitar la desafección del inmueble a través del Ayuntamiento para completar el trámite, como explicaron a este diario fuentes municipales. Un paso que se dio en el pleno ordinario del pasado mes de junio cuando se aprobó solicitar la desafectación de estos dos tramos, que se quedarán en manos del Consistorio.
No hay que olvidar que, de forma paralela, el Ayuntamiento mantiene recurrido el nuevo deslinde planteado por Costas para salvar también el resto de viviendas que quedarían afectadas, como destacó la edil de Urbanismo, Lourdes Caselles.
Por su parte, el portavoz de Compromís, Josep Bigorra, cuestionó el criterio de Costas que permite salvar el inmueble del Selomar pero no El Castell, que quedaría en manos de Costas en caso de que no sea declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) y que el nuevo deslinde planteado para Benidorm se materialice.
