Una empresa gestionará en precario el quiosco municipal de venta de entradas de la plaza de la Hispanidad de Benidorm, conocida popularmente como la plaza Triangular, sin abonar un canon de explotación. Así lo aprobó la Junta de Gobierno Local el pasado 20 de junio, según ha podido comprobar este diario. A cambio la mercantil adjudicataria instalará dos pantallas de led y se ocupará del mantenimiento de este punto de venta. Un acuerdo que fue criticado ayer por el portavoz del grupo municipal Compromís-Los Verdes, Josep Bigorra, quien cuestionó las condiciones de la cesión en las comisiones informativas de esta misma semana y denunció la «cesión gratuita» de la caseta.

«La idea del gobierno local de regularizar el servicio de venta de entradas del quiosco es positiva, pero lo que no comprendemos es, si la administración local no puede hacerse cargo directamente, por qué la empresa adjudicataria no paga por los meses que esté gestionando el quiosco y tampoco se estipula que pague nada por el uso de la luz», cuestionó ayer Bigorra. Hay que tener en cuenta que el acuerdo de cesión se ha establecido en precario, esto es sin un plazo concreto, y establece el compromiso de la empresa a vender entradas de los eventos promocionados por el Ayuntamiento y los organizados por entidades benéficas, el horario de apertura, y que se encargará del mantenimiento de las instalaciones, incluyendo la colocación de dos pantallas led.

La concesión del quiosco se ha otorgado a una empresa que regenta la sala Benidorm Palace aunque existían dos ofertas más, la de una particular autónoma y la de la Fundación Visit Benidorm. El ente mixto encargado de la promoción turística de la capital de la Costa Blanca mostró su interés en gestionar el punto de venta aunque advirtió que ahora mismo no se podía hacer cargo de la gestión del quiosco por falta de presupuesto.

Por todo ello, el portavoz de Compromís-Los Verdes solicitó que cuando el quiosco se adjudique de forma definitiva el acuerdo sí incluya un canon de prestación a diferencia de lo que ha pasado ahora. De esta forma se evitará que Benidorm «pierda posibles ingresos», zanjó Bigorra.