La incertidumbre creada por el «Brexit» también se ha trasladado, en cierta forma, al sector turístico de la provincia de Alicante. La Costa Blanca recibe cada año a miles de visitantes procedentes de Reino Unido y su salida de la Unión Europea podría repercutir en el ritmo de visitas, que en los últimos meses ha experimentado una tendencia ascendente. De hecho, la devaluación de la libra frente al euro ya es una realidad, desde que venciera el «leave» en el referéndum del pasado 23 de junio. Por ello, el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, mantuvo ayer en Benidorm un encuentro con profesionales del sector para abordar el posible impacto en sus negocios. El jefe del Consell no cree que los hoteles vayan a verse obligados a ajustar sus tarifas tras la caída de la moneda británica con el fin de evitar la pérdida de clientes y, en cambio, apuesta por impulsar acciones de promoción y publicidad tanto en el Reino Unido como en su entorno para seguir consolidando el destino, como explicó ayer al término de la reunión.

En concreto, Puig reivindicó la necesidad de mejorar la «capacidad de acción tanto en el mercado de Reino Unido, como en su entorno». Una apuesta clara por reforzar la promoción entre el principal segmento de clientes, pero también por captar nuevos viajeros de otros países. El objetivo es el de siempre, diversificar la demanda turística. Pero esta vez con mayor presión dada la controvertida situación que atraviesa la población británica. De hecho, el propio Puig admitió que al sector le preocupa la devaluación de la libra. De ahí que el reto sea no depender de un único mercado.

Además, el dirigente autonómico también recalcó que ante este nuevo panorama hay que «mejorar la oferta competitiva». Algo que, a su juicio, no pasa por una bajada de precios en las tarifas de alojamiento. Puig consideró que lo que hace falta es ganar en «calidad» a la vez que hizo hincapié en que para el turista británico las vacaciones son un «producto prioritario», por lo que no teme que se produzca una caída, al menos no una «caída espectacular. Dicho esto, el líder del ejecutivo autonómico intentó calmar aún más los ánimos al señalar que «esta temporada está garantizada».

Comité de seguimiento

Con todo, el Consell apuesta por desarrollar una «gobernanza colaborativa» entre el sector público y el privado, para desarrollar con fortaleza la proyección de la política turística de la Comunidad Valenciana ante el «Brexit». Para ello, se ha creado un comité de seguimiento que funcionará como «plataforma de entendimiento entre el sector público y el privado» y que servirá para «relanzar nuestra situación en el mercado británico», como anunció Puig. De esta forma, las entidades públicas y la iniciativa privada sumarán sus esfuerzos con un único fin, consolidar la situación del turismo en la Comunidad, que se trata de un destino «fuerte, potente y capaz», señaló el presidente de la Comunidad.

«No hay que lanzar ningún mensaje alarmista, sino trabajar de forma colectiva a favor de mejorar la promoción y las estrategias comerciales el próximo año, para así reforzar nuestra posición en Reino Unido respecto a otros competidores», zanjó Puig durante su comparecencia ante los medios de comunicación en lo relativo al impacto del «Brexit» en la actividad turística.

La reunión que se celebró ayer por la mañana en la sede de Invattur en Benidorm contó con una elevada asistencia del mundo político y empresarial. Así, el presidente de Hosbec, Toni Mayor, el vicepresidente de APHA, Domingo Luján, o el máximo representante de Aptur, Miguel Ángel Sotillos, o el líder de Avibe, Juan José Pérez Parker, trasladaron a Puig las inquietudes del sector, bajo la atenta mirada del secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, quien también asistió a la reunión. El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, o la edil de Turismo de Alicante, Eva Montesinos, también acudieron al encuentro.

Atención médica

Más allá del plano turístico, el líder del Consell aprovechó la ocasión para anunciar que los cerca de 100.000 residentes británicos de la Comunidad no perderán la asistencia médica. «La Generalitat no ejecutará la interrupción de ningún servicio público fundamental», garantizó Puig.

Así, al igual que el Consell emitió la tarjeta sanitaria a los inmigrantes sin papeles, ahora se comprometen con la comunidad británica, a la que Puig quiso mandar un mensaje de «cariño, afecto y seguridad».