El CEIP Puig Campana de Benidorm lleva cuatro años trabajando por implantar en sus aulas la jornada intensiva, de los cuales en los dos últimos se llevaron a cabo votaciones entre los padres que fueron respaldadas por cerca de un 85%. De ahí, el gran malestar de la comunidad educativa al comprobar que ahora van a perder su derecho a acogerse a este horario los 300 alumnos matriculados, entre ellos los 18 de P2, cuyas familias también están a favor de las clases intensivas. r. p.