La de la trabajadora de Terra Natura es la segunda muerte que se produce en un recinto con animales silvestres en la provincia en apenas dos meses. El pasado 27 de abril, un hombre de 42 años falleció en el Safari Aitana después de ser embestido por un búfalo mientras reparaba una valla. La víctima, vecina de Muro, era albañil y había sido contratado de manera expresa para hacer estos trabajos de reparación por la dirección del zoológico, ubicado en el término municipal de Penàguila.

Este suceso se produjo, al igual que el de ayer, en una zona de acceso restringido, por lo que los visitantes que había en ese momento en el Safari Aitana no se percataron de lo ocurrido. El búfalo atacó al operario y lo golpeó de manera brutal, levantándolo y arrastrándolo varios metros, ocasionándole la muerte de manera instantánea. La Guardia Civil inició de inmediato una investigación para aclarar las causas de lo ocurrido. Por su parte, el zoológico estuvo cerrado dos días en señal de duelo, y después volvió a abrir sus puertas, al descartarse que se hubieran incumplido en algún momento las medidas de seguridad. Eso sí, los búfalos -animales que en principio no se consideran agresivos- se mantuvieron durante algún tiempo en cuarentena.

Un mes después, a finales de mayo, la Guardia Civil achacó lo ocurrido a una posible imprudencia por parte de otro trabajador que se habría dejado una puerta abierta, por la que habría entrado el búfalo. Así, lo ocurrido ayer en Terra Natura podría guardar todavía más paralelismo con el accidente mortal que se produjo a finales de abril en el Safari Aitana. Se da la circunstancia de que el operario que habría cometido la fatal imprudencia también era de Muro y además amigo del fallecido, lo que provocó una mayor consternación. Ambos habían sido contratados por el Safari Aitana para realizar labores de mantenimiento. Esta investigación ha quedado en manos del juzgado de Instrucción número 1 de Alcoy.