Se levanta la alerta. La dirección del departamento de salud número 16, que abarca a la Marina Baixa, ha trasladado a profesionales y usuarios que el agua del Hospital Comarcal, ubicado en La Vila Joiosa, ya es apta para el consumo humano. La notificación se produjo ayer, seis días después de que la dirección del departamento recomendara no beber agua del grifo tras haber detectado sustancias nocivas en la red de hidrantes que podrían generar riesgos para la salud si se consumía en exceso.

Como contó entonces este diario, la gerencia del hospital remitió un escrito a los responsables de todos los departamentos del centro con este mensaje: «Les informamos que hasta nueva comunicación el AGUA no es APTA para el CONSUMO HUMANO». Lo mismo se trasladó a los pacientes ingresados y a sus familiares y también se colgaron carteles en la mayoría de aseos públicos del hospital, para informar de la situación.

La alarma se produjo después de que el departamento de Salud Pública, en una analítica ordinaria, detectara la presencia de partículas contaminantes en las tuberías del edificio, que entonces se atribuyeron a los tratamientos de limpieza y desinfección que se habían llevado a cabo hace unas semanas en todas las cañerías tras detectar la presencia de la bacteria de la legionela. Estas mismas fuentes explicaron que, una vez detectado el brote de legionelosis, que según Sanidad no habría afectado a ningún paciente y que calificaron como «algo habitual en centros hospitalarios o grandes edificios», tanto la gerencia sanitaria como el departamento de Salud Pública pusieron en marcha un tratamiento «exhaustivo», con varios procesos de hipercloración y otros productos químicos que habrían permitido controlar la presencia de esta bacteria.

No obstante, a raíz de estas desinfecciones, las muestras tomadas en el agua hallaron restos de los productos utilizados para desinfectar la red y por el propio desgaste que éstos ocasionaron en las tuberías, lo que llevó a trasladar a trabajadores y enfermos que, durante su estancia en el centro, bebieran agua embotellada y evitaran en la medida de lo posible consumirla directamente del grifo.

Asimismo, dentro de las precauciones adoptadas para reducir posibles consecuencias de esta situación, también se dejó de servir café de máquina en la cafetería del hospital y quedaron fuera de servicio las expendedoras de café diseminadas por distintas plantas y zonas del centro, dado que el agua que emplean también proviene de la red.

«Idónea para el consumo»

La notificación remitida ayer por la dirección del hospital a los trabajadores constata que, tras las analíticas realizadas en la red de hidrantes el pasado viernes, se recibió notificación de que el agua ya es «idónea para el consumo». Asimismo, fuentes de la gerencia señalaron ayer a este diario que también se ha informado a los pacientes y que se ha recuperado «la total normalidad», al descartar ahora que pueda haber riesgos.