Pese a que el color predominante en la Marina Baixa fue el azul del Partido Popular, que el domingo se impuso en 15 de las 18 localidades de esta comarca, las confluencias de Podemos y el PSOE lograron sacar algo de pecho y ser las fuerzas más votadas en tres pequeños municipios: Benimantell, Sella y Orxeta, donde los partidos de izquierdas resistieron al embiste de los de Rajoy.
En Benimantell, con 518 habitantes censados y donde el socialista Felipe Miralles lleva gobernando ininterrumpidamente desde 1979, votaron un total de 282 electores, el 81,5% del censo. La coalición A la valenciana fue la primera fuerza política, con un total de 83 papeletas, diez más que las cosechadas por el PSOE, que se quedó en 73. Pese a ser la segunda opción, los socialistas lograron atraer a las urnas a 16 personas más que el pasado diciembre, mientras que el PP, en tercera posición, perdió 19 votos con respecto al 20-D: 66 por 85 en las pasadas generales.
También la unión de Podemos, Compromís y EU se alzó como fuerza más votada en Sella, con 636 habitantes y que es el único pueblo de la Marina Baixa donde gobierna una agrupación de electores con María del Milagro Llinares al frente. En este caso, el color morado recabó 150 votos; seguido del PP, que tuvo 117, cinco menos hace seis meses. Por contra, los socialistas ganaron cuatro votos y quedaron en tercera posición, con 86 votos.
Frente a estos dos, el PSOE sólo se alzó con victoria en el municipio de Orxeta, el más grande de los tres con 898 habitantes. Allí, el partido del alcalde José Vicente Ferriz se impuso al resto de fuerzas con 131 votos, dos menos que en diciembre, pero que fueron suficientes para ser el único oasis rojo en la Marina Baixa. A la valenciana fue la segunda opción más votada, con el respaldo de 108 electores, mientras que el PP, pese a obtener seis papeletas más, quedó relegado al tercer puesto con 103 sufragios.
