La campaña iniciada por el Ayuntamiento de Benidorm para liberar espacio para los peatones y frenar la «invasión» de mesas y sillas en la vía pública comienza a dar sus frutos no sólo en el casco antiguo sino, también, en la zona de Poniente. Establecimientos de hostelería desplegados a lo largo de la avenida Armada Española han comenzado a acudir al Consistorio para regularizar los veladores que colocan en las aceras más allá del espacio de retranqueo de las edificaciones.
El plazo para presentar la documentación se iniciaba esta semana y cinco negocios ya habían solicitado hasta ayer licencia para poder sacar mobiliario a esta zona, según confirmaron fuentes de la Concejalía de Comercio, encargada de gestionar las autorizaciones y que este verano, por primera vez, ha puesto el foco en los locales de esta zona de la ciudad. La edil del área, Ana Pellicer, explicó que su departamento estudiará las peticiones para dar autorización «lo más rápido posible», con el objetivo de no perjudicar a ningún establecimiento que cumpla con los trámites requeridos a las puertas de la temporada estival.
Como contó hace escasamente dos semanas este diario, el Consistorio ha impuesto una quincena de sanciones, con multas de 1.501 euros, a establecimientos de hostelería y comercios de la primera línea de la playa de Poniente por exceder la zona de retranqueo y sacar a la vía pública mesas, sillas o cartelería. La decisión se tomó, según explicó entonces la concejal, después de haber remitido a todos estos locales múltiples requerimientos para frenar esta práctica, a los que sus propietarios habían hecho caso omiso.
Pago de tasas
En esta cruzada por regularizar los veladores, el gobierno local, del PP, acordó la pasada semana que los hosteleros de Armada Española que coloquen sillas y mesas en la acera abonen las mismas tasas que los negocios del resto de zonas de la ciudad. La decisión se tomó en una reunión mantenida con empresarios afectados y cerca de un 70% se mostraron dispuestos a acatarla para evitar que se produzcan más sanciones como las ya impuestas.
En esta zona, que ha resurgido comercialmente a raíz de la remodelación del paseo de Poniente con la implantación de nuevos negocios, los locales de hostelería han venido instalando históricamente mesas y sillas sin rendir cuentas al Ayuntamiento porque se situaban en la zona de retranqueo de los edificios, esto es, en los soportales, que es de dominio privado. El problema generado ahora es que muchos de los establecimientos han excedido esta área y amplían sus terrazas ocupando parte de la acera, lo que motivó la imposición de multas y la decisión municipal de cobrar tasas para no crear una desigualdad con los hosteleros de otros barrios.
La medida, no obstante, ha generado malestar entre otros empresarios que no están dispuestos a acatarla aunque no puedan ampliar su zona de terraza.
