La Concejalía de Contratación de Benidorm, que dirige la edil Lourdes Caselles, llevará al pleno ordinario de final de este mes los nuevos criterios para adjudicar puestos del mercado municipal, lo que permitirá desbloquear una situación que lleva enquistada más de un año. En la actualidad, de las 23 paradas que hay en el recinto, un total de ocho están cerradas a cal y canto pese a que hay interesados en gestionar los puntos de venta, como denunció este diario hace unos días.

Tras varios meses redactando las nuevas condiciones para sacar a licitación los puestos vacíos, por fin el gobierno local elevará a pleno los criterios para la adjudicación. «Por fin ya está finalizado todo el expediente para poder licitar los ochos puestos vacantes y por tanto tener operativo el 100% del mercado municipal», se congratuló ayer la edil de Contratación, a la vez que detalló que «los pliegos de condiciones ya están fiscalizados y pasarán esta próxima semana por comisión informativa», para posteriormente ir al pleno que, previsiblemente, se celebrará el próximo lunes día 27.

Los ocho puestos vacantes están destinados, según el caso, a la venta de carnes, pescados, congelados y fiambres; aunque el Ayuntamiento podría contemplar algún cambio de uso para diversificar la oferta comercial del mercado municipal. Caselles explicó que los pliegos se han elaborado en base a las condiciones que se aprobaron a finales de 2014, que eran «más flexibles que las anteriores para incentivar la adjudicación de los puestos que estaban cerrados y evitar que quedasen desiertos como ocurrió en su día».

Según esas condiciones, para empezar a explotar el puesto, los adjudicatarios tienen que abonar 3.000 euros en concepto de garantía -el doble en el caso de la cafetería- y aportar sólo el 3% del precio del puesto; aunque el cambio más significativo es poder pagar el resto del precio en 24 anualidades en lugar de en los 12 años iniciales. Además, el abono de esta cuantía se fracciona en liquidaciones mensuales.

La concejala ha recordado que a estas condiciones también pueden acogerse los que ya son adjudicatarios de un puesto. A la hora de valorar las ofertas, se tendrá en cuenta el proyecto de explotación -presentación de los productos, decoración de las vitrinas, etcétera-, y el canon que ofrezcan los licitadores y que partirá de un mínimo anual de 200 euros. El contrato durará hasta el 30 de junio de 2055, si bien el adjudicatario puede desistir o renunciar durante el primer año, teniendo derecho al reintegro de la garantía y del 3% del precio del puesto depositado.