El instituto Pere Maria Orts i Bosch de Benidorm ha sumado otro año más al negro historial de unas interminables obras de ampliación y reforma que comenzaron en el año 2009 y continúan, a fecha de hoy, exactamente igual que en 2011: paralizadas y sin noticias de cuándo se retomarán. Cinco años han pasado desde que la empresa adjudicataria, Construcciones Villegas, abandonara el instituto debido a su quiebra económica y dejara la reforma del antiguo edificio patas arriba, a pesar de que ya estaba ejecutado alrededor del 80% del proyecto.

La conselleria de Educación incluyó la finalización de estos trabajos dentro del Plan de Infraestructuras Educativas anunciado por el jefe del Consell, Ximo Puig, y el conseller del área, Vicent Marzà, el pasado mes de enero, cuando hicieron público un ambicioso proyecto para erradicar los barracones en los centros educativos de la Comunidad. Entonces, se marcaron distintos plazos y el IES Pere Maria aparecía, junto a otros colegios o institutos, como uno de los centros de actuación prioritaria, con el compromiso de que las obras se retomarían en el primer semestre de este 2016.

Ahora bien, ya iniciado el mes de junio, la Generalitat todavía no ha sacado a licitación los trabajos, que requerirían de un presupuesto cercano al millón de euros, para que se haga cargo una nueva empresa. Fuentes de la conselleria de Educación confirmaron semanas atrás, a preguntas de este diario, que está previsto que se cumpla el calendario comprometido por Puig y Marzà. Esto es, iniciar los trabajos antes de que finalice el mes. Sin embargo, atendiendo a los plazos ordinarios de cualquier procedimiento de contratación de este tipo -anuncio de licitación, presentación de ofertas, valoración, adjudicación provisional, alegaciones y adjudicación definitiva-, difícilmente podrían cumplirse si no se recurre a la vía de urgencia. Y, probablemente, ni eso.

Larga lista de agravios

Mientras se realizan los trámites necesarios para que concluya esta obra, más de 400 estudiantes de Secundaria del IES Pere Maria, la mitad de su alumnado, continúan estudiando en una veintena de barracones desde el año 2010, con las inconveniencias que esta situación genera. Éste es uno de los principales agravios que han de sufrir día a día alumnos y profesores. Pero no el único.

Por ejemplo, la falta de espacios llevó a clausurar hace años el laboratorio, de modo que no se pueden realizar las prácticas que sí tienen los jóvenes de otros centros. Tampoco hay aula de música insonorizada o espacios para realizar talleres, lo que impide o dificulta el desarrollo de distintas materias. Desde el centro alertaron en su día que esta situación estaba mermando la demanda de estudiantes, que en muchos casos optan por matricularse en otros institutos para poder «estudiar en condiciones», según fuentes del IES.