Malestar entre los comerciantes de la calle Ruzafa,una de las principales arterias de Benidorm, por las obras de renovación de las infraestructuras de agua potable y alcantarillado que arrancaron hace más de tres meses. Los responsables de los locales critican la «mala planificación» de los trabajos y lamentan la pérdida de ventas que les ha ocasionado la actuación. Así las cosas, el Ayuntamiento mantendrá esta tarde a partir de las 19 horas una reunión con los afectados para explicar cómo va el desarrollo de las obras, cuya finalización está prevista para finales de este mes.

Desde los comercios de este vial, uno de los más transitados de la ciudad y donde se concentran aproximadamente cerca de medio centenar de locales, se critica la «mala planificación» de los trabajos. «Lo han vallado todo y se ha reducido la visibilidad de los negocios desde que se iniciaron los trabajos», denunciaron los afectados a este diario, a la vez que insistieron en que los sucesivos cortes de calle tanto para el tráfico como para los peatones ha provocado que cada vez menos gente entre a sus establecimientos. «La gente prefiere no pasar por esta calle y eso, a la larga, nos ha generado una pérdida de ingresos de cerca de un 50%», apuntaron los dueños de locales de esta principal arteria de Benidorm.

Además, los comerciantes también se quejaban de que a raíz de las obras se ven obligados a desplazarse a calles aledañas para tirar la basura o recibir el suministro. «Estamos muy cansados. Yo hubiera preferido pagar una contribución especial y que la actuación se hubiera acabado en un mes», planteaba ayer José Font, el dueño de una popular ferretería de esta calle. Asimismo, José Antonio Cazorla, otro de los responsables de un local, lamentó la pérdida de género. «Tengo cosas de temporada a las que no he podido dar salida», relató. Ante esta panorama, los comerciantes han decidido unir fuerzas y reclamar ante el Consistorio alguna medida para paliar los perjuicios generados por las obras. «Solicitamos ayudas compensatorias directas como el reintegro del impuesto del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del presente ejercicio o en su defecto cualquier otra medida similar», exponen en un escrito presentado ante el Consistorio.

Por su parte, el portavoz del equipo de gobierno, José Ramón González de Zárate, recalcó que las obras tenían un plazo de ejecución de ocho meses y se ha reducido a la mitad. «Es una actuación necesaria. Se está renovando una tubería que da servicio a un gran número de vecinos de la zona y que tiene cerca de 40 años. Además, hemos aprovechado para renovar el alumbrado y para ampliar las aceras, entre otras cosas», defendió el también concejal de Escena Urbana, quien insistió en qué «más no podemos hacer» y pidió colaboración.