El Ayuntamiento de Benidorm dio ayer un nuevo paso para poner fin a la saturación que se vive en algunas de las calles más céntricas de la ciudad debido al exceso de veladores. Así, los locales de hostelería de la calle Alameda acabaron cediendo y, tras dos días de insumisión, por fin ayer recolocaron sus terrazas frente a las fachadas, como indica la ordenanza municipal de Ocupación de Vía Pública. En la práctica, el acatamiento de la medida supone una reducción de hasta un 20% en el número de mesas que los bares de este concurrido vial venían sacando a la calle, según los cálculos realizados por este diario. Así las cosas, la Alameda ha pasado de concentrar un total de 124 mesas, con sus cuatro sillas, a contar con 98, las cuales se encuentran ubicadas en la parte más próxima a sus fachadas y no en el centro de esta calle peatonal como sucedía hasta ahora.

La problemática de los veladores viene de lejos en Benidorm, pero fue hace un par de meses cuando el ejecutivo municipal tomó cartas en el asunto. Así, Ayuntamiento y hosteleros han mantenido diferentes encuentros para alcanzar acuerdos en esta cuestión. La idea es frenar la proliferación de mesas y sillas calle por calle.

En este sentido, el Consistorio trasladó a los establecimientos de la Alameda la nueva ordenación de sus veladores el lunes de esta misma semana. Sin embargo, no fue hasta ayer cuando, tras el segundo «tirón de orejas» por parte de los inspectores municipales de Comercio, los responsables de los bares de este céntrico vial acataron la medida y recolocaron las mesas y sillas frente a sus fachadas.

Desde ayer a primera hora vecinos y turistas podían transitar por esta calle peatonal sin ningún tipo de problema a diferencia de lo que sucedía hasta ahora, cuando las mesas y sillas ocupaban la parte central de la calle haciendo imposible el paso a los peatones en horas punta. Con la medida el equipo de gobierno busca frenar la invasión de veladores en las principales vías peatonales del casco antiguo y conseguir, de esta forma, liberar espacio para que transitar por estos concurridos viales no se convierta en una odisea.

El ejecutivo municipal popular de Benidorm ya ha aplicado idénticas medidas en calles de la ciudad que registran la misma problemática, como en Santo Domingo. De esta manera, la capital turística de la Costa Blanca ha tomado la delantera a otros localidades de la provincia que sufren la invasión de los veladores en sus viales más céntricos, como Alicante, Elche, Torrevieja o Alcoy. Por ahora, estas ciudades no han encontrado la forma de poner coto al exceso de mesas y sillas en la vía pública.

Desde Abreca, la asociación de hosteleros de Benidorm, valoraron de forma positiva la medida. «El gobierno está cumpliendo con la ordenanza. Si no nos gusta habría que cambiarla, pero a lo mejor acabamos saliendo perjudicados», advirtió ayer el presidente del colectivo, Javier del Castillo.