La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) tiene previsto iniciar a partir de mañana el del trasvase de caudales hacia la Marina Baixa para garantizar que no haya cortes en el suministro durante el próximo verano, pese a la acuciante sequía que azota la provincia desde hace dos años. Benidorm, Finestrat y La Vila Joiosa serán los primeros en beber agua del sistema del Júcar, gracias al trasvase de emergencia solicitado el pasado mes de marzo por el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa y que ya dispone del visto bueno provisional por parte de la Confederación, tal y como confirmaron ayer fuentes del organismo comarcal.

El agua trasvasada procederá del embalse de Alarcón por la infraestructura del Tajo-Segura hasta el Taibilla y, de ahí, llegará a la Marina Baixa a través de la conducción Rabasa-Fenollar. Como ya ocurrió el pasado verano, desde el Consorcio explicaron que el caudal irá directo a la red de suministro sin ser almacenado previamente en el embalse del Amadorio, lo que evitará hacer un trabajo de depuración doble, dado que se trata de agua ya lista para el consumo. «Es agua de tan buena calidad como la que ya estamos bebiendo, por lo que los usuarios no van a notar ningún cambio», especificaron las mismas fuentes.

De este modo, sólo en el caso de que se detectara alguna anomalía o de que la oferta fuera superior a la demanda, existiría la posibilidad de llevar el agua al embalse, para no desaprovechar ningún recurso.

Inicialmente, la previsión solicitada por parte de los técnicos del Consorcio pasa por inyectar unos 200 litros por segundo diarios a la red de abastecimiento. Este volumen se irá ampliando de manera gradual a partir de la segunda quincena de junio, y también en julio y agosto, conforme se incremente la demanda por la llegada de turistas a pasar las vacaciones en temporada alta.

El Consorcio de la Marina Baixa confía en que los 5 hectómetros cúbicos solicitados, que requerirán de una inversión cercana a los 2,5 millones por parte del propio ente y de los municipios que conforman este organismo, serán suficientes para garantizar el abastecimiento humano durante todo el verano. Además, las previsiones pasan por prolongar el trasvase en los meses de octubre y noviembre, aunque ya en cifras más residuales y en función de cómo evolucionen las lluvias en el otoño.

Con este trasvase, la Marina Baixa recibirá caudales externos por segundo verano consecutivo para paliar la falta de recursos debido a la sequía. El pasado año, el Consorcio solicitó la misma cantidad que para esta temporada y tuvo que bregar con continuas roturas y fugas en la tubería que conduce el agua hasta la comarca; la más grave, el 14 de julio, cuando hubo que desalojar parte de una cala en El Campello. El Ministerio comenzó a reparar la conducción el pasado abril con una inversión de 6 millones, que también preveía conectar la Marina Baixa con la desaladora de Mutxamel.