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Los acreedores de Olga Urbana queman sus últimos cartuchos

El 17 de junio se decidirá si el juez deja al «banco malo» a la cola y prioriza a otros perjudicados

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante ha fijado para el próximo 17 de junio la vista para resolver la demanda incidental planteada por varios acreedores de Olga Urbana, que han reclamado que no se considere a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) acreedor privilegiado. La demanda representa uno de los últimos cartuchos para que empresas que participaron en la construcción del InTempo o particulares que dieron señales para comprar casa en el rascacielos no acaben perdiendo toda la inversión que realizaron.

Cuando se inició este proceso, el juez y la administradora concursal establecieron el orden de prioridades de cobro de la duda, en la que la Sareb figuraba como acreedor privilegiado al ser el fiador del crédito de 93 millones. El resto se catalogaron en los escalones de privilegio general, ordinario y subordinado. La demanda planteada por estos afectados cuestiona la calificación del «banco malo» como acreedor privilegiado, al considerar que durante una etapa, tanto Caixa Galicia primero como después la Sareb actuaron prácticamente como administradores de la sociedad y, por tanto, tuvieron responsabilidad en la situación final de quiebra en la que acabó la empresa. Estas fuentes también indicaron que, por precepto de la ley concursal, los créditos obrantes con personas o entidades que hubieran ejercido como administradores de hecho o de derecho deben tener una fuerza inferior a la de cualquier otro acreedor ordinario, motivo por el que reclaman al juez que la Sareb pase de privilegiado a subordinado; es decir, de primera a última de la cola.

En el caso de que no se atendiera su petición, todo apunta a que estos «pequeños» acreedores acabarán sin percibir ni un euro por una sencilla razón: la Sareb reclama a Olga Urbana una deuda cercana a los 100 millones, mientras que todo apunta a que el InTempo no se venderá por más de 60. Por tanto, el dinero tan sólo llegará a cubrir parte de lo que reclama el privilegiado.

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