Menos vigilancia en las calles, trámites ralentizados, contratas que caducan sin que se hayan redactado nuevos pliegos de condiciones... Son solo algunos de los daños colaterales que acusa la gestión municipal de Benidorm como consecuencia de la merma que ha sufrido el número de empleados públicos empleados públicosdesde el inicio de la crisis. En la actualidad, el Ayuntamiento benidormense cuenta con un centenar de trabajadores menos si se compara con la cifra de 2008. Así las cosas, la administración local contaba, hace ocho años, con un total de 862 trabajadores. Un dato que ha caído a 767 asalariados municipalesasalariados municipales, según los datos facilitados por el Consistorio a este diario.
Las medidas para sanear las cuentas municipales incluidas en el plan de ajuste, aprobado en 2012, han limitado la reposición de las plazas de aquellos trabajadores que se han ido jubilando en estos últimos años lo que ha acabado pasando factura en la gestión municipal. Para muestra un botón. El departamento de Intervención ha adelgazado en algo más de un 25%. Así de los 20 trabajadores que se contaban hace varios ejercicios en este área ahora hay un total de 14. Todo un perjuicio si se tiene en cuenta que este departamento es el responsable de fiscalizar las cuentas locales y asegurar una buena praxis en materia económica. De hecho, según apuntaron desde la concejalía de Personal, que dirige el edil Jesús Carrobles, el Consistorio tiene previsto contratar a un jefe de Fiscalización Posterior y Auditorías para reforzar esta sección, una de las más mermadas durante la crisis.
Otro de los departamentos que también se ha visto afectados por las medidas de ajuste ha sido el de Seguridad. La Policía Local ha ido rebajando el número de efectivos y, de hecho, de cara al verano el Ayuntamiento ha contratado ya a una veintena de agentes interinos para reforzar la seguridad en las Playas.
Paradójicamente, la reducción de personal en aras de garantizar la estabilidad económica del Ayuntamiento provoca, en parte, la creación de nuevas medidas de ahorro. Así las cosas, la contrata de mantenimiento de Parques y Jardines venció hace más de medio año y el pliego de condiciones todavía no está listo para sacar la prestación a concurso. Un nuevo convenio en este sentido podría revertir un ahorro importante para el coste del servicio. Asimismo, la lentitud a la hora de ejecutar las mociones que se aprueban en los plenos municipales pone también pone de manifiesto el colapso que acusa los trabajadores municipales, cuyo reparto de tareas debe someterse a una nueva Valoración de Puestos de Trabajo (VPT) para aumentar su operatividad. Un trámite en el que también se trabaja desde hace meses el Consistorio.
Caída por años
La caída del número de trabajadores públicos se ha dado de forma gradual. Así, en 2009 y 2010 la plantilla pasó a contar con 851 trabajadores frente a los 862 de años anteriores. En 2011, en cambio, la cifra de empleados se incrementó pese a tratarse de uno de los años más duros de la crisis económica. En total, se contabilizaron 893 asalariados.
A partir de 2012, la cifra de empleados fue cayendo sin frenos. Ese ejercicio, en concreto, quedaron por cubrir cerca de 60 plazas. El descenso siguió los años posteriores: en 2013, 817; en 2014, 805; en 2015, 769.
Lastre para la escena pública
Desde la central sindical de CC OO en el Ayuntamiento de Benidorm mostraron su temor ante la privatización de servicios hasta ahora municipales por la caída de trabajadores y lamentaron que el descenso de operarios municipales termine por afectar el buen mantenimiento de la escena urbana. En la misma línea, censuraron la masificación de trabajo para los empleados públicos.
