Y Benidorm se llenó de color de rosa. El casco antiguo de la ciudad está más de celebración que nunca. El viernes por la noche empezó la «Pink Weekend», un evento dirigido al público LGBT y que ayer por la tarde comenzó su segunda jornada, alargándose hasta la una de la madrugada. Decenas de actuaciones en directo, con música actual y de la que sonaba en las discotecas de hace décadas, hicieron bailar a cerca de mil personas que acudieron a la séptima edición de este evento, según los datos que maneja la organización.

La novedad de este año era relevante: es la primera vez que se celebra en un espacio público. Hasta el momento, era un evento que se quedaba para los locales de ambiente de la zona. De esta manera, la séptima edición de la «Pink Weekend» hizo que la gente que se acercaba a hacerse la típica foto en el Mirador del Castillo, lo hiciera con un toque a color rosa.

A partir de las 18 horas comenzó la fiesta. Actuaciones de Dj's y espectáculos drag amenizaron la tarde hasta la medianoche. Cuando finalizó, todo el público trasladó su juerga hasta altas horas de la madrugada a locales gays, la mayoría de ellos en las calles adyacentes, y que en la última semana han trabajando en la decoración de sus negocios siendo fieles al estilo del evento: globos y guirnaldas rosas.

Atractivo turístico

Tal y como explicó uno de sus promotores, Geoff Gartland, se trata de un evento compatible con todos los públicos, muestra de ello eran los numerosos pequeños que correteaban y bailaban por la zona a horas vespertinas del viernes y sábado en la zona turística. La «Pink Weekend» sirve además de preámbulo para la gran celebración que tiene lugar a finales de verano, el Benidorm Pride, y que este año será del 5 al 11 de septiembre, cuya actividad destacada es el desfile del Orgullo Gay por el paseo marítimo de la Playa de Levante.

Gartland indicó que el objetivo es que la Pink Weekend se celebre tres veces al año, siempre en temporada baja para atraer a turistas LGBT, como pueden ser los meses de febrero, mayo y noviembre. Cabe recordar que la celebración de este evento coincide esta semana con el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, que se celebró el pasado martes.

Todo ello lo organizan un grupo de cinco amigos, entre los que se encuentra Gartland, quien indicó que lo ideal es posicionar a Benidorm entre uno de los destinos «gayfriendly». Recordando que hasta ahora, les comen el terreno lugares como Sitges y Canarias.

Alto poder adquisitivo

Asimismo, su promotor recalcó la importancia de estos visitantes para la economía de la ciudad, ya que se caracterizan por tener un alto poder adquisitivo y con ganas de gastar en la localidad turística. Punto éste en el que coincide el edil popular de Eventos, José Ramón González de Zárate, quien vaticinó que la ocupación hotelera en septiembre será «impresionantes» gracias al Benidorm Pride, que cada año gana más adeptos entre españoles y extranjeros.