No se trataba de ver quién saltaba más lejos, encestaba mayor número de canastas o conseguía tirar más bolos a la vez en una misma jugada. Porque el récord ya estaba batido desde antes, incluso, de que empezaran los juegos. La pista de atletismo del polideportivo municipal de Benidorm acogió ayer la decimoctava edición de los Juegos Deportivos Adaptados, que organiza la asociación local de personas con discapacidad Asmibe y que ayer batió su cota más alta de participación.

Más de 120 jóvenes con diversidad funcional llegados de distintos puntos de la provincia se desplazaron hasta la ciudad para participar en estos juegos, acompañados de 45 monitores. Entre los centros o asociaciones participantes figuran la propia Asmibe, los Tapis de Benidorm y Altea, el centro Les Talaies de La Vila, Asprodis de Elda, Aprosdeco de Dénia, AFEM-Marina Baixa y alumnos con necesidades especiales de los colegios públicos Puig Campana, Aitana, Miguel Hernández y el IES Mediterrània de Benidorm. Todos ellos dejaron por unas horas su habitual rutina de clases, rehabilitación o talleres para vivir una jornada de convivencia y juegos, «que les viene muy bien y hace que interactúen entre ellos y se pasen lo bomba», explicó Mari Fernández Arévalo, presidenta de Asmibe.

Fernández se mostró «muy feliz» de la amplia respuesta que tuvo la convocatoria, en la que esta asociación pone cada año todo su empeño.

Lanzamiento de peso, carreras asistidas, de velocidad, salto de longitud, petanca, voley, anillas de precisión, circuitos de psicomotricidad, lanzamiento a portería, baloncesto, bolos, tenis y o el conocido como la «telaraña» fueron algunos de los juegos en los que los jóvenes pusieron a prueba sus habilidades. «Son juegos asistidos, lúdico-deportivos, y adaptados a la diversidad y a las necesidades que presentan los participantes», explicó Asier Guenaga, el profesor y coordinador de la treintena de estudiantes de Tafad del Colegio Internacional Lope de Vega que participaron como monitores de esta competición, donde lo importante, más allá de los resultados, era «pasarlo bien». A todo ello se sumaron juegos de mesa o actividades como la de pintacaras o globoflexia.

Al finalizar los juegos, Asmibe entregó diplomas y trofeos a todos los participantes y, como colofón, ofrecieron una paella gigante a todos los asistentes, que hizo que esta jornada de convivencia acabara siendo redonda.