La polémica delimitación de veladores iniciada esta semana por el Ayuntamiento de Benidorm llegó ayer a la calle Alameda, uno de los viales del casco antiguo en los que se ha disparado en los últimos años la apertura de bares y cafeterías y, con ellos, la ocupación de la vía pública con sillas y mesas.

Los operarios municipales encargados de pintar las marcas repitieron en la Alameda la misma operación que llevaron a cabo el lunes en las calles Santo Domingo y San Miguel: llegaron a la zona a primera hora de la mañana, cuando todavía no habían abierto muchos establecimientos, y señalizaron en el suelo el espacio autorizado para las terrazas.

Ahora bien, aunque las marcas están ya colocadas, desde el gobierno local insistieron ayer en que la medida no es restrictiva ni se va a aplicar de manera estricta hasta que concluya la ronda de reuniones con los hosteleros calle por calle para adaptar el cumplimiento de la ordenanza a cada caso concreto. Estos encuentros se iniciarán a partir del lunes y los primeros viales que van a visitar los concejales de Vía Pública y Comercio, José Ramón González de Zárate y Ana Pellicer, serán Rosario, Santo Domingo, Alameda, San Miguel y plaza de la Constitución, según avanzaron ayer los ediles del PP.

124 mesas, 496 sillas

El auge de la apertura de locales en la Alameda ha desembocado en datos más que llamativos. Existen trece establecimientos que sacan al exterior veladores y ayer por la mañana había instaladas un total de 124 mesas con sus cuatro sillas correspondientes, lo que dan un total de 496. La coincidencia en algunos tramos de varios locales pegados unos a otros o situados a ambos lados de la calle hace que, en algunos momentos del día, principalmente los fines de semana, los peatones se vean obligados a ir esquivando a quienes pasan un rato de ocio en estas terrazas. Y, todavía más, cuando los establecimientos acaban sacando más mesas de las que tienen autorizadas, una práctica «muy habitual» en la Alameda, como constatan las inspecciones llevadas a cabo por el Consistorio.

De hecho, desde el gobierno local reconocieron que esta calle es «una de las más problemáticas» y donde se ha de poner «coto».