Otro de los acuerdos alcanzados en la reunión mantenida entre el gobierno local y los hosteleros del casco antiguo fue descartar el traslado de los contenedores soterrados de la plaza de la Constitución -conocida popularmente como del «Calpí»-. El concejal de Limpieza y Vía Pública, José Ramón González de Zárate, expuso los informes elaborados por distintos técnicos municipales desaconsejando este traslado, como se acordó en el pleno de presupuestos a propuesta de la edil liberal Gema Amor, debido a que «crearía una barrera de contenedores en superficie que podría acabar perjudicando a los negocios», según el edil.

Los representantes de los locales de restauración de la zona reconocieron las dificultades que el traslado de estos soterrados les causaría a la hora de tener que tirar la basura, por lo que respaldaron la opción municipal de mantenerlos en este mismo emplazamiento. A su vez, se comprometieron a estipular unos horarios para sacar a la calle la basura y otros residuos, como papel o plásticos, para intentar ajustarlos al máximo con las horas a las que pasa el camión de recogida y, así, evitar que cajas, bolsas y otros desechos se acumulen en la plaza.

Por lo que respecta al vidrio, que por el ruido genera numerosas quejas de los vecinos, también acordaron tirarlo en los contenedores de reciclaje de 10 a 15 y de 19 a 23 horas para minimizar las molestias y respetar las horas de descanso.