Pedro López Mayor falleció ayer a los 96 años de edad por causas naturales. Lo hizo en su casa de La Vila Joiosa, lugar donde nació en 1919 y se convirtió en uno de los empresarios más importantes de España gracias a la industria familiar que impulsó: Chocolates Valor, fundada por su abuelo en 1881. López Mayor estaba retirado desde 2002 por motivos personales, pero siguió representando a la mercantil líder del sector allá donde se le requería, ostentando el cargo de presidente honorífico. Formaba parte de la tercera generación y era la cabeza visible de la empresa desde 1940, siendo el presidente de la misma.

La vida de López Mayor estuvo ligada al oro negro desde bien pequeño. Quienes le conocen dicen que lo que más disfrutaba era la compra-venta del cacao. A la temprana edad de 12 años se incorporó a la empresa artesanal en la que trabajaba gran parte de su familia. Dejó el colegio renunciando a su sueño de ser médico para dedicarse a la empresa y a la agricultura por completo y así poder ayudar a sus padres económicamente. A partir de ahí, su trayectoria en Chocolates Valor sólo se vería interrumpida cuando con 17 años se ofreció voluntario en la Guerra Civil española.

Volcado con la empresa

Una vez volvió a su localidad natal, regresó a la empresa familiar y montó otra de transportes. Poco tiempo pasaría para convertirse en figura fundamental, junto a su hermano y su primo, para que la empresa sea lo que es hoy en día, líder en el sector.

«Emprendedor incansable»

«Emprendedor incansable y amante de su familia», así lo describían ayer desde Chocolates Valor. Los que le conocían dicen de él que uno de los aspectos más importantes de López Mayor era la gran confianza que depositaba en los demás y siempre luchó por la diferenciación como meta.

Su entorno asegura que su mayor ilusión era el chocolate, y convertir la empresa en la mejor fábrica de España. Desde 1940, ésta dio un giro, pasando de ser una industria artesanal que ocupaba poco más de 20 metros cuadrados, en una compañía líder que exporta su producto a más de 60 países y que factura anualmente más de 100 millones de euros. La mercantil cerró el último ejercicio (julio 2014-junio 2015) con una facturación superior a los 101 millones de euros netos, lo que supuso un crecimiento del 9,3%.

La decisión e idea que catapultó a lo más alto a la empresa fue la apuesta que mantuvieron por el chocolate puro, con o sin almendras. Fueron los primeros en comercializarlo y ahora, es el que más se vende en el sector en España. Una especialidad de la que hicieron bandera pero que no pudieron registrar.

La inquietud de López Mayor le llevó también a ser los primeros en implantar chocolaterías con su marca en los barrios de los distinos pueblos para acercar sus productos. De eso hace ya 30 años, en la actualidad, hay decenas de ellas repartidas por toda la geografía española.

La trayectoria de López Mayor ha sido reconocida en numerosas ocasiones. Entre ellas, se encuentra la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo y la Medalla de Oro y Brillantes de la Cámara de Comercio de Alicante.

Sus más allegados le definen como «cercano y amable», cuya virtud fue saber relegar sus funciones a tiempo, recayendo sobre su hijo, Pedro López López, la dirección de Chocolates Valor hasta la actualidad. Su hijo lamentó el fallecimiento de su padre, del que dijo que estaba enamorado de su familia y se había ido tranquilo en la localidad que le vio nacer y desarrollarse profesional y personalmente.