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La CHJ desembalsa agua de la Marina Baixa en plena sequía para crear dos ríos artificiales

El Consorcio y los regantes presentarán una queja por abrir las compuertas de Amadorio y Guadalest

La CHJ desembalsa agua de la Marina Baixa en plena sequía para crear dos ríos artificiales

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha abierto las compuertas de los dos embalses de la Marina Baixa, el del Amadorio y el de Guadalest, para crear de manera artificial un caudal ecológico en las ramblas de ambos ríos. La decisión, que ha generado un gran malestar entre los usuarios del agua en la comarca, se produce en el peor momento: cuando la zona atraviesa desde hace dos años una de las sequías más graves de las que se tiene constancia y, además, semanas después de que el Consorcio Comarcal de Aguas de la Marina Baixa, que aglutina a municipios y regantes, solicitara al Júcar un trasvase de emergencia de 5 hectómetros cúbicos, por el que tendrá que hacer un desembolso cercano a los 3 millones de euros, para garantizar el agua para beber durante los meses de verano.

La apertura de ambas presas, según los datos que maneja el Consorcio, ha dado como resultado el vertido al mar de alrededor de 20.000 metros cúbicos de agua limpia. Y, a juicio de los regantes, representa «una auténtica barbaridad», dado que su única finalidad es llevar aguas a dos cauces históricamente secos y que sólo tienen caudal en épocas de intensa lluvia, en las que se producen grandes avenidas, tal y como destacó Pedro Alemany, gerente de la Comunidad de Regantes de La Vila Joiosa, y suscribieron también los regantes del Canal Bajo del Algar y de la Comunidad de Regantes de Altea.

El desembalse se produjo durante cuatro días, desde el miércoles al sábado de la pasada semana, cuando desde el Amadorio se vertieron del orden de 10 litros por segundo y en Guadalest, unos 50 litros por segundo, según los datos aportados por los agricultores. Los representantes de ambos organismos afirmaron no tener dudas de que los técnicos encargados de abrir las compuertas estuvieron soltando «lo mínimo que podían», pero aún así tienen previsto presentar formalmente una queja ante la Confederación Hidrográfica del Júcar y, también, en la comisión de desembalse que tendrá lugar la próxima semana en Valencia.

Nuevo Plan de Cuenca

La creación de caudales ecológicos en las torrenteras del Amadorio y el Guadalest quedó estipulada por parte de la CHJ en el Plan Hidrológico de Cuenca 2015-2021, aprobado recientemente. Desde el Consorcio ya se presentaron en su día alegaciones a la imposición de estos caudales ecológicos, argumentando que ambos ríos históricamente han tenido un caudal intermitente, llegando a estar secos durante buena parte del año, y que, por tanto, carecen de un ecosistema fluvial que mantener. O, lo que es lo mismo, la conducción de agua hacia estos cauces crearía de manera artificial unos ríos que, en condiciones naturales, no existen.

Paralelamente, consideran el vertido de agua potable para crear estos cauces podría generar nefastas consecuencias para la Marina Baixa. Principalmente, por la actual limitación de reservas debido a la sequía tanto para el consumo humano como para el riego, gracias al cual «existe una importante franja verde en toda la comarca también de muy alto valor ecológico», apunta el Consorcio.

Petición y propuestas

Fuentes de esta entidad comarcal avanzaron ayer que este organismo pedirá a la CHJ que aplique todas las exenciones legales que sean posibles para que la creación de estos caudales ecológicos se paralice hasta que revierta la alerta por sequía en la que se encuentra la Marina Baixa. A juicio de este ente, al menos, hasta que en los dos embalses se acumulen en torno a 15 o 16 hectómetros cúbicos de agua, diez más de los que suman ahora los embalses del Amadorio -que almacena 2,9 Hm3, un 19% de su capacidad- y de Guadalest -en el que hay actualmente 3,52 Hm3, el 27% de lo que puede embalsar-.

Asimismo, este organismo planteará como alternativa de cara al futuro que, para dotar a ambas ramblas de estos caudales ecológicos, no se utilice agua potable, sino reutilizada. La propuesta apunta la posibilidad de coger los sobrantes de las aguas depuradas del terciario que no utilizan los regantes, y que en la actualidad se vierten al mar por la zona de Serra Gelada, y que la CHJ las reconduzca a ambas cuencas.

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