Un día normal puede tirar cerca de 300 cañas. La cifra se multiplica por tres en los días de verano o fechas como Semana Santa. Esta práctica, unida a su larga trayectoria detrás de una barra, han hecho de él todo un experto en tirar una caña. Y además, como el hábito hace al monje, su pasión por la cerveza le ha llevado a perfeccionar la técnica hasta convertirse en uno de los mejores de España.

Luis Miguel García, responsable de la cafetería Haití 2, en la playa de Poniente de Benidorm, ha sido elegido subcampeón en un concurso nacional de tiraje de cerveza organizado por Estrella Galicia, que además del reconocimiento público a una labor que lleva haciendo con dedicación desde los 18 años le ha valido 600 euros y su peso en litros de este «oro líquido».

«Hasta hace un tiempo, parecía que sólo en Madrid sabían tirar cañas. Por suerte, la cultura de la cerveza se está extendiendo y la gente cada vez valora más que se le sirva bien», explica. A su juicio, el gran enemigo de esta bebida es la copa helada: «Pierde todas sus propiedades, porque congela la cerveza y, al final, lo que te estás bebiendo son cubitos de hielo», dice. Tampoco recomienda beberla directamente de la botella, en lata o mezclada: «No me bebería una clara en ni loco, pero hay que respetar al cliente. Hay quien toma cerveza con granadina, con vermú... Me la han llegado a pedir hasta con coca-cola», relata entre risas.

Cree que tirar una buena caña representa «un valor añadido al servicio que das en tu negocio». Por eso, intenta servirlas siempre como mejor sabe: «Da igual que sea el 10 de enero o el 15 de agosto y estemos a reventar. El cliente es sagrado».