Altea la Vella y su entorno están siendo utilizados como arma arrojadiza del PP contra el equipo de gobierno municipal formado por los partidos Compromís, PSOE y Altea amb Trellat (la marca de Podemos) durante esta semana al afirmar los primeros que el gobierno considera a los vecinos de esta pedanía como «ciudadanos de segunda» y que no se está haciendo nada por mejorar sus infraestructuras.

Si el pasado miércoles los populares acusaban duramente al tripartito de tener abandonado el complejo deportivo Juan Montiel, en especial al campo de fútbol, a lo que el edil de Deportes, Pere Barber, negó este extremo y afirmó que están preparando un proyecto de mejora total «y no de parcheo como hizo el PP», hace dos días la concejala Marga Riera declaraba en nombre del grupo municipal popular que la Finca Santa Bárbara, ubicada en la partida Sogai, está infrautilizada y en mal estado «por la falta de iniciativa e inversión en la misma». La edil culpabilizaba al PSOE de no haber realizado ninguna mejora en este espacio de 82.000 metros cuadrados cuando gobernó Altea en la legislatura 2007-2011 «a pesar de haberse gastado 18 millones de euros procedentes de administraciones superiores con los planes E y C en obras, de las cuales sólo destinaron a Altea la Vella 900.000 euros en un campo de fútbol no operativo porque fue ubicado en un barranco».

La portavoz del gobierno municipal, Inma Orozco (Compromís) señaló ayer que el PP «quiere desviar la atención de la importante y cruda realidad: que estamos pagando todo el pueblo de Altea su mala gestión y que a fecha de hoy todavía nos queda por pagar a los alteanos 1,5 millones de euros del préstamo que suscribió la Empresa Pública Municipal -con capital del Ayuntamiento- en 2005 para recomprarle la Finca Santa Bárbara a la Fundación Ciencias Sociales y Mundo Mediterráneo por 1,8 millones, cuando esta la había comprado tres años antes por 1,2 millones con subvenciones de la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento que les dio entonces 600.000 euros». Orozco incidió en que «fue un regalo de 600.000 euros a una fundación que prácticamente no hizo nada en Altea» y añadió que el hecho de que la Finca Santa Bárbara sea ahora patrimonio de Altea «no justifica el "pelotazo" que propició el PP con el dinero de todos los alteanos con total falta de respeto por los dineros públicos, que, como demuestran los datos económicos y la cronología de los hechos, obviamente produjo un perjuicio para el pueblo de Altea de 1.200.000 euros, que es lo que al final nos ha costado esta finca».

Cabe recordar que el pasado 14 de marzo, el concejal de Hacienda; Pere Lloret, dio a conocer que el Ayuntamiento de Altea tiene una deuda municipal de 40 millones de euros que hipotecarán al municipio los próximos 10 años. Lloret explicó que la Empresa Pública Municipal «debe aún dos préstamos hipotecarios. Uno de ellos, por la adquisición de la Finca Santa Bárbara, formalizado en el año 2005 por 2.164.000 euros y con un capital pendiente por amortizar de 1.469.000 euros».