La procesión del Viernes Santo en Benidorm tuvo un marcado carácter político que nadie se imaginaba minutos antes de salir el paso. Seis concejales de la corporación municipal tuvieron que portar una de las imágenes «por falta de voluntarios», según detalló el portavoz del gobierno local, José Ramón González de Zárate, que fue uno de los que participó. Junto a él, también estuvieron dos compañeros de bancada, el edil de Fiestas, Jesús Carrobles, y el concejal de Seguridad, Lorenzo Martínez. Pero, además de los populares, también estuvo el grupo socialista que lidera la oposición, con Bernardo Mira y el ex alcalde y ahora concejal y diputado provincial, Agustín Navarro. Y por último, el edil de Ciudadanos por Benidorm, Arturo Cabrillo.

Según explicó González de Zárate, les pidieron ser costaleros cuando fueron a colocarse a la altura de las autoridades locales, junto a sus otros compañeros. Tal y como detalló el concejal, se trata de la imagen del Santo Sepulcro, que no pertenece a ninguna cofradía y siempre sale en la procesión portada por voluntarios locales. «Cada año les cuesta llegar al mínimo de costaleros necesarios -que son 16-, pero siempre lo han conseguido, salvo este año, que nos dijeron que, o les echábamos una mano, o no salía en la procesión», indicó el portavoz del gobierno local, quien señaló que es la primera vez que ocurre algo semejante.

El resto de autoridades locales de los grupos municipales desfilaron juntos, con el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, a la cabeza. A su lado, el senador popular Agustín Almodóbar y el diputado provincial del PP, Manuel Pérez Fenoll.

Así, alrededor de las 20.30 horas salió la procesión General y del Santo Entierro desde la plaza de San Jaime. En ella participaron todas las cofradías de Benidorm, que recorrieron el caso antiguo de la ciudad, pasando por las calles Mayor, Alameda, Los Ángeles, Pintor Lozano, Ricardo, Martínez Alejos, Paseo de la Carretera, Santa Faz, para terminar de nuevo en la Plaza de San Jaime.