La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Benidorm, la más antigua de la localidad y que el próximo año cumplirá medio siglo desde su fundación, tiene el futuro asegurado. Así lo atestiguó anoche la numerosa comitiva de niños que participó en la procesión representando las diferentes escenas de la Pasión de Jesucristo, cuyo número ha registrado un aumento imparable en los últimos años.

Las calles más céntricas del municipio acogieron ayer durante cerca de dos horas el paso procesional del Nazareno. Su estandarte lució un crespón negro en señal de duelo por los recientes atentados de Bruselas, que anoche se tiñó con el mismo color de las túnicas que visten los cofrades de esta entidad.

La música de la dulzaina y el tabalet abrió el cortejo a las 22 horas desde la iglesia parroquial de San Jaime y Santa Ana, donde se custodia la imagen de Jesús portando la Cruz durante el resto del año. Tras ellos, la Cruz de Guía, estrenada en 2013, dio paso a la agrupación Cristo Crucificado, fundada en 2005, y la Convocatoria, un paso menor que recuerda el monte Calvario y cuyo origen se remonta a 1969. Todos estos pasos abrieron camino, finalmente, a la imagen del Nazareno, al que acompañó una comitiva formada en su conjunto por cerca de un centenar de penitentes y damas de mantilla junto a los devotos y turistas que se sumaron a la marcha, bien para participar en la misma, bien para verla pasar. También participó la Societat Musical l' Illa de Benidorm.

Este año, la Cofradía ha estrenado seis nuevos faroles para la peana de la imagen que permanece en la iglesia, algunos de los cuales han sido regalados por particulares o sufragados con aportaciones de fieles y devotos.