Las fallas de Benidorm se vieron ayer sacudidas por la peor de las noticias, la muerte de Jesús Mas Tomás, fallero desde la cuna en la comisión del Rincón de Loix, de la que fue presidente, y que llevaba meses luchando con uñas y dientes contra un cáncer que finalmente no ha podido superar. Su fallecimiento, con tan sólo 38 años de edad, se conoció cuando los festeros estaban ofrendando con flores a la Mare de Déu del Sofratge y dejó con el corazón en un puño a toda la familia fallera. Y al conjunto de Benidorm.

Porque además de su pasión por las fallas, fue un amante de las Fiestas Mayores, las tradiciones, el deporte y el comercio, sus grandes pasiones junto a su mujer y sus dos hijos.

Jesús Mas Tomás fue fundador de la penya La Castanya y uno de los encargados de las ácidas críticas con las que estos peñistas animaban al público año a año en el Desfile del Humor y que les cosechó numerosos premios. También se encargaba cada ejercicio de hacer la crítica del monumento fallero de su barrio, con la que este año, también redactada por él, han logrado el galardón a la mejor crítica de las fallas locales.

Nacido en una familia de comerciantes, cogió el testigo del negocio familiar y en los últimos años fue miembro de la directiva de la Asociación Independiente de Comerciantes de Benidorm (Aico). También destacó por ser un gran aficionado al deporte amateur, prácticamente en todos los palos, y participó en numerosas carreras y travesías.

Sus restos fueron trasladados anoche al Tanatorio Marina Baixa. El funeral tendrá lugar hoy a las 17.00 horas en la parroquia de San Jaime y Santa Ana. En los últimos meses, su lema, «Amunt valent» se convirtió en símbolo de su lucha contra el cáncer. Descanse en paz.