Son un filón para captar turistas pero, ni por esas, se han salvado de un nuevo apretón en el cinturón de su concejalía. El Ayuntamiento de Benidorm ha pegado otro tijeretazo al presupuesto para organizar actividades de su delegación de Fiestas, que para este ejercicio 2016 dispondrá de 50.000 euros menos que el año anterior y se situará en mínimos históricos. Así se refleja en las cuentas municipales aprobadas a primeros de este mes por el gobierno local, del PP, y los grupos políticos de Ciudadanos y Ciudadanos por Benidorm, y que ya introducían como propia una enmienda de C's para rebajar aún más los fondos para «festejos» del departamento de Fiestas, que quedarán finalmente fijados en 220.000 euros.

Pese a que Benidorm es el municipio de la provincia que aglutina un mayor número de celebraciones a lo largo del año -con 40 entidades festeras dentro del censo oficial-, el presupuesto de esta concejalía no ha parado de reducirse en los últimos tiempos. En 2012, cuando aún gobernaba el PSOE, se produjo un primer recorte en la cartera de subvenciones festeras, que pasó de 335.835 euros a 194.803, al limitar las ayudas, únicamente, a la Comisión de Fiestas Mayores Patronales, la Associació de Penyes y a sufragar las fiestas patronales de Beniardá, que se abonan históricamente como contraprestación por la adquisición de los pozos de agua por parte de Benidorm.

Al margen de este recorte, otro de los capítulos que también se ha ido reduciendo de manera progresiva es el destinado a la organización de actividades propias de la concejalía, como las campañas de Navidad -con la iluminación de calles incluida-, el pago de bandas de música, de los recibos de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) -que ascienden a unos 20.000 euros al año-, o el concurso de música festera, entre otros. Si en 2011 los fondos para esta partida ascendían a 350.000 euros, en los dos años sucesivos perdieron por el camino 50.000 euros por ejercicio, hasta situarse en 250.000 euros en 2013. Para 2014 y 2015 la cuantía se incrementó hasta los 270.000, que ahora, para 2016 volverá a verse reducida en otros 50.000 euros y quedará en los 220.000 euros antes mencionados, según los datos facilitados por el área que dirige el edil Jesús Carrobles.

Fuentes de este departamento indicaron que, con estos números, el margen de maniobra de la concejalía de Fiestas estará muy limitado y apenas tendrá capacidad económica para asumir imprevistos. De hecho, hay que tener en cuenta que de un año para otro se hace una reserva para el gasto de todas las actividades que se organizan en Navidad -decoración de la Plaza de la Navidad, alumbrado artístico, actuaciones infantiles, Nochevieja o Cabalgata de Reyes-, que en las pasadas fiestas ascendió a 115.000 euros en su conjunto. Lo mismo ocurre con algunos gastos fijos, entre ellos los caballos para la representación del Hallazgo de la Virgen del Sufragio, que tiene lugar en las patronales del mes de noviembre, o el pago a la SGAE. Y a todo ello se suma un pequeño remanente que quedó por pagar de la ayuda especial que se concedió a las Fiestas Mayores con motivo del 275 Aniversario, con lo que, según los cálculos de la concejalía, en estos momentos, cuando el presupuesto aún no es definitivo, cuentan con poco más de 40.000 euros de margen de maniobra para acabar el año.

Atractivo y promoción

En contraste con los continuos recortes que ha ido sufriendo este departamento, cabe destacar el importante atractivo que las fiestas suponen para una ciudad que vive del turismo como es Benidorm. Y, también, que cuenta en su calendario con fiestas prácticamente cada fin de semana. Porque al margen de las Fiestas Mayores Patronales, también se celebran Fallas; Hogueras; las de casas regionales como las de Andalucía, Asturias o la Mancha; Moros y Cristianos; fiestas tradicionales en la huerta; en distintos barrios, etc... hasta contar con un total de 40 asociaciones y entidades vinculadas al mundo festero.

Todo ello, además de para el disfrute de quienes participan en ellas, también representa un importante atractivo promocional. De hecho, los días de noviembre en los que se celebran las Patronales la ocupación se dispara hasta casi rozar el 100% mientras que en otras fechas destacadas, como Fallas o Moros y Cristianos, los índices turísticos también crecen en buen grado.