Sustituir arena por hormigón. Esta era la intención de los responsables del Club Náutico de Benidorm con las obras de ampliación que iniciaron hace unos días en la pequeña playa ubicada junto a las instalaciones de la organización deportiva, que hasta ahora se usaba como zona de almacenaje de pequeños barcos al formar parte de la concesión de uso para su actividad. Sin embargo, la Conselleria de Obras Públicas puso freno ayer a las pretensiones de crecimiento de la entidad benidormense y paralizó la actuacion al detectar que su ejecución había comenzado sin el permiso necesario y que, además, vulneraba la Ley de Costas, como explicaron ayer fuentes del departamento autonómico a este periódico.
La celebración de un gran evento deportivo, que tendrá lugar dentro de diez días y al que se prevé que asistan cerca de mil regatistas, precipitó a los responsables del Club Náutico a iniciar, sin permiso de la Conselleria, las actuaciones necesarias para habilitar unas casetas donde atender a los asistentes y coordinar la organización de la macro competición, según pudo saber ayer este diario. De hecho, la intención era colocar un «suelo de cemento» en la arena para después instalar unos módulos en los que albergar las oficinas del evento, como explicaron ayer fuentes cercanas a la organización deportiva de Benidorm.
Los trabajadores encargados de realizar la polémica obra de ampliación ya habían instalado ayer por la mañana parte del mallazo de construcción, sobre una base de grava, para instalar el bloque de hormigón de cerca de 20 metros cuadrados. Un paso que no llegó a darse. Las autoridades autonómicas del área de Costas obligaron al Club Náutico a paralizar la actuación a última hora de la mañana.
«No habían solicitado ninguna autorización para desarrollar las obras», explicaron ayer fuentes de la conselleria a la vez que concretaron que «la modificación de cualquier concesión de cualquier puerto conlleva un permiso previo» de la administración en cuestión. Algo de lo que carecían estas obras de ampliación. Pero ahí no queda la cosa. Además de que los responsables del Club Náutico decidieron comenzar las labores para colocar un bloque de hormingón en la playa sin la autorización oportuna, cabe destacar que esta actuación vulneraba la ley de Costas estatal, como apostillaron fuentes autonómicas.
Hay que tener en cuenta que el desarrollo de esta obra habría invisibilizado esta pequeña playa que, a pesar de que forma parte de la concesión de uso del Club Náutico, no deja de ser un espacio en el que está prohibido cualquier tipo de construcción.
La llamativa operación no pasó inadvertida para los vecinos de la zona y algunos denunciaron la actuación a través de las redes sociales. Unas críticas que hicieron saltar las alarmas por sus daños al medio ambiente.
Desde el Club Náutico se mostraron ayer contrariados por el revuelo que había causado entre los residentes de la zona el inicio de las obras. Así, fuentes cercanas a la gerencia de la entidad social justificaron la actuación al apuntar que la playa, que se usaba como almacén de infraestructuras náuticas, estaba «sucia» y que la intención era que las casetas fueran desmontadas tras el evento. Asimismo, pese a que rechazaron desvelar si habían llegado a tramitar la solicitud de autorización para las obras ante la Conselleria, recalcaron que esa playa forma parte de su concesión de uso.
