El convenio que firmaron, a principios de 2015, el Ayuntamiento de Benidorm con la Universidad de Alicante (UA) lleva un año paralizado. Este acuerdo pretendía que el Museo de Boca del Calvari se convirtiera en un aula de cultura de la UA, con el fin de dotarlo de contenido. De hecho, se llegó a hablar de realizar una exposición en junio de 2015.

Fuentes de esta universidad reseñaron ayer a este diario que, después de las elecciones municipales, en las que se produjo un cambio de gobierno (abandonó el PSOE y entró el PP), «no hemos recibido ninguna llamada por parte del Ayuntamiento, por lo que, hace un par de semanas, solicitamos una cita con el fin de reactivar el convenio», destacaron las mismas fuentes de la UA.

Desde la concejalía de Cultura del consistorio benidormense manifestaron no tener claro en qué punto estaba la ejecución de este convenio. Una situación de falta de comunicación que va muy en la línea de las declaraciones que realizó ayer el líder de Compromís-Los Verdes, Josep Bigorra, sobre la «infrautilización» en la que, a su juicio, se encuentran los centros culturales públicos de la ciudad. Detalló que durante 2014 y 2015 apenas se han realizado 28 exposiciones entre los tres centros del Espai d'Art, el Huerto de Colón y el Museo Boca del Calvari.

Bigorra precisó que «la gran mayoría» de las muestras, diecinueve, se ha celebrado en el vestíbulo o entrada del Ayuntamiento (Espai d'Art), frente a las cuatro en el Huerto de Colón y cinco en Boca del Calvari. Sobre este último centro, indicó que «cinco exposiciones es algo nimio para un edificio de cuatro plantas».

Además, explicó que no se cubrieron todas las épocas del año con exposiciones. «Si bien en 2014, el Espai sí las tuvo todo el año, a excepción de los meses de agosto y septiembre, el Hort de Colón cubrió el expediente con una presentación gastronómica de un día de febrero», señaló el concejal. Según los datos que aportó Bigorra, en 2015 -descontando el verano para todos los centros- el Espai no tuvo exposiciones durante cuatro meses; el Hort de Colon concentró su actividad, incluida la Biblioteca y las visitas guiadas, en verano y durante siete meses estuvo sin nada, y el Museo boca del Calvari, inaugurado en marzo, sólo falló en noviembre.

Por último, apostó por que haya exposiciones fijas durante todo el año en el que, por ejemplo, se muestren los restos arqueológicos, patrimonio de la ciudad.