Cinco acusados por vender droga en Altea aceptaron ayer penas de entre un año y medio y tres años de prisión tras reconocer en un juicio que se suministraban sustancias psicotrópicas entre sí y las vendían al menudeo en sus respectivos domicilios de la localidad alicantina, según informaron ayer fuentes judiciales. El juicio, que debía celebrarse en varias sesiones esta semana en la sección tercera de la Audiencia de Alicante, quedó ayer visto para sentencia después del acuerdo previo alcanzado entre las defensas y la fiscalía.

Cuatro de los sospechosos se conformaron con penas de un año y medio de cárcel, que en algunos casos serán sustituidas por el pago de una multa de 5.400 euros, mientras que el quinto aceptó tres años de prisión y una multa de 7.257 euros.

Este entramado dedicado al tráfico de estupefacientes fue desarticulado por la Guardia Civil hace cerca de un lustro y se saldó con el procesamiento por parte de un juzgado de Benidorm de ocho sospechosos. Tres de ellos y sus respectivas parejas sentimentales se dedicaban a la venta en sus casas de Altea, adonde acudían los compradores tras llamar por teléfono. Si en un domicilio se habían agotado las existencias, los vendedores contactaban entre sí para conseguir los psicotrópicos, mientras que otros dos procesados les suministraban la mercancía semanalmente.

En busca y captura

Cinco de los ocho acusados han acudido al juicio, mientras que los otros tres se encuentran en situación de rebeldía y sobre ellos pesan órdenes de busca y captura, según las fuentes consultadas.