La cúpula de la iglesia de Callosa d'en Sarrià se ha inclinado 20 centímentros. El edificio religioso, que data del siglo XVIII, tiene dañada gran parte de su estructura, aunque esto no entraña peligro para las personas, según aseguraron técnicos del Ayuntamiento a este diario. Ahora, se afanan en encontrar cuáles son los daños más importantes, que según los resultados actuales, están en una de las columnas que sostienen la bóveda. El objetivo es subsanar cuanto antes estos desperfectos en la columna en cuestión, para que no se siga deteriorando la cúpula y termine siendo irreversible, según indicó el alcalde de la localidad, Josep Saval.
La bóveda consta de dos capas, la que sufre daños es la exterior, de 5 centímetros de grosor. Ésta es sostenida por la cúpula interior, que está en perfecto estado. Varias de sus tejas se han caído, como consecuencia, el agua también está filtrándose dentro, porque, en lugar de repelerlo, lo absorbe, provocando diferentes humedades en el edificio.
La historia de la restauración de la iglesia viene de largo. En el año 2013 comenzaron los trabajos de reforma del edificio. El pueblo de la comarca de la Marina Baixa se metió entonces en un proyecto de 10 años para dejarla como nueva y cuyo gasto de los trabajos podría ascender al millón de euros.
Siete desperfectos diferentes
El cura que había en aquel momento, Javier García Barrera, se percató de una grieta en el templo. Éste, en chándal y cámara en mano, trepó por las cornisas y los aleros para investigar el asunto en primera persona, comprobando que existía más de una fisura. Con el tiempo, se creó la Comisión de Restauración de la Iglesia de Callosa d'en Sarrià, en el que se estudiarían las necesidades del edificio para su buena conservación. En el informe que realizaron, se dieron cuenta de que hacía falta siete actuaciones distintas: mejorar el revestimiento de sus fachadas y en los contrafuertes, la cubierta estaba en mal estado, los canalones son insuficientes, existen humedades, grietas en muros exteriores e interiores, asentamientos en el edificio (con sillares de piedras fracturados y erosionados), así como los daños mencionados de la cúpula. Hace tres años iniciaron la primera fase, que se focalizó en la fachada norte. Ésta se pudo hacer gracias a la subvención de la Diputación, de 50.000 euros. Además de la ayuda de los vecinos del pueblo, que se encargaron de realizar diferentes eventos musicales y deportivos, así como con las donaciones en la iglesia.
Para la reforma no se utilizaron los materiales más usados en la actualidad, según indicaron los técnicos, sino que se hizo con mortero y cal «y poco cemento» y ateniéndose a los colores que tenía en sus orígenes. Un cambio que se aprecia a primera vista con la diferencia de tonos de la iglesia.
Asentado sobre una mezquita
Para estudiar y enumerar todos los problemas, han utilizado diversos métodos, como el georrádar. Así pudieron intuir que bajo los cimientos de la iglesia, había otro edificio, justo en la zona más afectada. Barajan la hipótesis de que fuera una mezquita, «ya que Callosa era antiguamente una alquería», según señaló también el alcalde. Además, daría sentido a una calle sin salida que llega contra su acceso principal desde el castillo, y la orientación en la que estuvo apuntaría justo hacia La Meca. No obstante, por ahora no han encontrado ningún archivo que haga referencia a un edificio de este tipo en el pueblo.
