El Ayuntamiento de Benidorm paraliza unas obras que se estaban ejecutando en Punta Llisera sin tener supuestamente ningún tipo de permiso. Según explicó a este diario la edil de Urbanismo, Lourdes Caselles, los vecinos de los Gemelos 28 estaban acondicionando un camino que diera acceso a la Cala de la Almadrava. La comunidad de propietarios, indicó la concejal, alegó que formaba parte de unas reformas en la pared contigua, en la que al parecer se les estaba cayendo parte de la fachada. Tal y como manifestó la concejal del área, las torres de Punta Llisera no tenían licencia para hacer estas obras, que se encuentran en terreno considerado de dominio público marítimo terrestre.

Estos mismos edificios han sido objeto de varios litigios por la Ley de Costas, ya que su ubicación está a escasos metros del mar Mediterráneo, aunque Caselles señaló que por el momento no hay ninguna decisión en firme contra estos bloques.

«El expediente por estas obras ilegales se cerraría dentro de alrededor de una semana», según calculó la edil. El Ayuntamiento le pidió a los vecinos que en los meses de plazo que le dieron, tenían que dejar la zona tal y como estaba antes.

«Pillados» por el primer edil

Fue el propio alcalde de Benidorm, Toni Pérez, el que encontró estos trabajos junto a los Gemelos 28 cuando paseaba por la zona. El primer edil iba acompañado del portavoz del gobierno y concejal de Obras, José Ramón González de Zárate. Este último explicó a este diario que se encontraron la puerta abierta del vallado de esta área, una barrera que está allí desde que terminaron las obras de los edificios.

Entraron para ver qué ocurría y se encontraron una furgoneta que pertenecía a las obras que estaban haciendo. Según indicó el concejal, estaban construyendo una escalera situada junto al edificio «pero no sé hacia donde llevaba porque no bajamos». Acto seguido, comprobaron si en el Ayuntamiento constaba este tipo de construcción, y la respuesta fue negativa. Así que fueron los propios ediles los que alertaron a Urbanismo de estas obras.

Según indicó Caselles, «habían echado zahorra para asfaltar un tramo de camino que les sirviera de acceso a la playa».

Un mirador estancado

Esta misma zona también está a la espera de que se construya un mirador. Éste fue proyectado en 2011, cuando el promotor del mismo depositó en el Ayuntamiento un aval de 1.035.000 euros para las obras. Un año después, en julio de 2012, se falló el ganador del concurso de ideas. Pero el lugar sigue estando igual.

La edil de Urbanismo, Lourdes Caselles, cuando estaba en la oposición criticó la paralización de este proyecto y que el gobierno, en aquel entonces de PSOE y Liberales, no les facilitara información sobre el mismo. Ahora, preguntada sobre el tema, afirmó que están a la espera de que les contesten si el terreno afecta al Parque Natural de Serra Gelada o a Conselleria. Una vez solucionado, seguirán los trámites.