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Benidorm

La raíz de la Costa Blanca, foto a foto

Una fotógrafa de EEUU recoge en un libro imágenes de varios puntos de las Marinas en 1957

La raíz de la Costa Blanca, foto a foto

Corría el verano de 1955. Patty Stratton (Berkeley, 1930), junto a su compañera de viaje por España, decidió hacer un picnic en una zona de playa que alguien les comentó que se llamaba la Cala de Benidorm. Recuerda que allí apenas les acompañaba el mar y una carretera casi rural. Se trataba de su segunda escapada a Europa y algo de ese pequeño pueblo de pescadores del Mediterráneo le cautivó, aunque no sabe explicar bien el qué. Un año después se instaló en Madrid, donde empezó a trabajar para Air Force, lo que le permitió realizar más visitas a una localidad benidormense que comenzaba a coquetear con la idea de convertirse en un referente turístico de manos del alcalde Pedro Zaragoza.

En 1957, antes de que ese nuevo sector transformara esa esencia tradicional y pesquera que tanto le llamaba la atención, emprendió un viaje por Benidorm y otros pueblos tanto de la Marina Baixa como de la Marina Alta junto a una cámara de fotos que le había regalado su hermano. «Recuerdo que me dijo algo así como que ese aparato no valía para nada y que viera yo si le podía dar algún uso, y así hice», manifestaba ayer la propia Patty Stratton a este diario, que mañana, a las 20.00 horas, presenta un libro en el Salón de Actos del Ayuntamiento con diferentes fotografías que realizó durante esa aventura y que ha denominado «Viaje en color al Benidorm de 1957».

Stratton capturó con su vieja cámara Voigländer las costumbres de la época, la arquitectura, el vestuario, los antiguos oficios e incluso las excursiones a poblaciones vecinas que ya se comercializaban entonces. El libro contiene 72 páginas con imágenes a color, restauradas y retocadas a partir de las diapositivas originales.

En 1958 esta historia de amor con Benidorm se transformó en un matrimonio con un benidormense que le llevó a casarse y a trasladarse a esta localidad. Allí dio clases en el colegio Lope de Vega, dirigió un camping y se implicó en la actividad política y cultural. En definitiva, se convirtió en un elemento más de ese retrato que con tanto cariño fue captando con su cámara.

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