Las comarcas de la Marina Baixa y Marina Alta recibieron con ilusión ayer la llegada de los Reyes Magos de Oriente.

Más de trescientas personas acompañaron ayer por la tarde a sus Majestades en su llegada a Altea participando en la Cabalgata que se inició a las 17:30 horas en el aparcamiento de la Facultad de Bellas Artes y que discurrió por las principales calles del pueblo hasta desembocar en la plaza del Ayuntamiento. Allí, los tres reyes ofrecieron sus presentes al Niño Jesús y posteriormente entregaron los regalos a centenares de niños y niñas. Los Reyes Magos también visitaron la Residencia para la Tercera Edad de Les Boqueres para llevar los regalos a los más ancianos. El musical «El mago de Oz», que ha representado con éxito Pla i Revés, fue el hilo conductor de la Cabalgata.

Calp se sumó a esta especial celebración con su particupar desfile que comenzó en los últimos instantes del atardecer desde la plaza Colón.

Cientos de personas acompañaron a sus Majestades también en Finestrat, donde se organizaron dos cabalgatas que recorrieron en la Cala y el casco histórico. En esta última, el desfile estuvo acompañado de música, animación y una exhibición de baile. Por otro lado, el desfile de la Cala acabó en la playa donde tuvo lugar el reparto de los presentes y una chocolatada para todos los asistentes.

Carrozas

En La Nucía, más de 3.000 personas acudieron a recibir a los Reyes Magos. La Cabalgata contó este año con un total de siete carrozas y 200 personas que hicieron que la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar sea espectacular y mágica. Una vez finalizado el desfile, cientos de niños se trasladaron al Auditorio de La Nucía, donde subieron al escenario para recoger su regalo de manos de sus Majestades.

Unas 350 personas participaron, por otro lado, anoche en la representación del «Misteri dels Reis d'Orient» que se celebra en Gata de Gorgos desde 1968. Declarada el pasado año fiesta de interés turístico provincial, este cuidada escenificación hace vibrar a los vecinos con acuden primero al carrer la Pau, donde se recrea el palacio de Herodes, y luego a la plaza de l'Església, donde tiene lugar la adoración a Jesús recién nacido.

Mientras, en Xàbia, los Reyes llegaron, como es tradición, en un barco de pesca. En Dénia, no se desveló hasta el final como arribarían los Reyes Magos. No lo hicieron ni en carroza, ni en camello ni a caballo, sino en moto. A los niños les sorprendió ese guiño moderno.

Por otro lado, en Sella, un municipio de apenas 600 habitantes, la Cabalgata fue posible gracias al trabajo de los mayorales, que la pusieron en marcha con sus propios recursos.