El Mediterráneo es un mar sin grandes mareas, pero, en los meses de diciembre y enero y con las altas presiones, el mar sí se «hunde» hasta medio metro. A primera hora de la mañana, es cuando más se nota esa bajamar. En la fotografía, tomada en Les Rotes de Dénia, se observa perfectamente la marca en la roca que deja el descenso de la marea. El mar, además, está como un espejo, como una balsa de aceite; apenas se mueve. En la Marina Alta, ese fenómeno se conoce como «les calmes de gener». A veces coincide con días de niebla. Los marineros de más edad cuentan historias que escucharon a sus abuelos, a quienes a su vez se las contaron los suyos, de piratas berberiscos que aprovechaban esas brumas para desembarcar sin ser vistos y perpetrar sus «razzias».
