Benidorm registró el pasado mes 665 parados más que en octubre, ascendiendo a un total de 6.613 personas sin trabajo. El aumento del 11% del desempleo se concentró por completo en el sector servicio, con 716 demandantes más, donde el número total de personas inscritas en el paro es de 5.797. El retraso en la puesta en marcha del programa del Imserso, cuyos visitantes no llegaron hasta la última semana de noviembre, ha sido clave en estos malos resultados.

En el resto de sectores el movimientos con respecto al mes anterior es apenas apreciable, 4 personas menos en agricultura, lo que hace un total de 85 parados; 10 menos en industria, lo que significa un registro de 173 personas; en construcción el descenso es de 38 personas, lo que significa un total de 439 demandantes; y el colectivo sin empleo anterior se mantiene con el mismo número de personas desempleadas que el mes anterior 119, la diferencia es de uno más.

Este aumento del desempleo en el municipio exclusivamente en el sector de servicio es debido principalmente a la situación producida por los retrasos de las vacaciones del Imserso, lo que ha provocado el cese de plantillas a través de expedientes de regulación de empleo temporales, según destacaron ayer desde UGT l'Alacantí-La Marina. En octubre el número de parados aumentó en 424.

No obstante, el mercado laboral de Benidorm está marcado por una alta temporalidad y precariedad en la contratación, recordaron desde este sindicato. En el mes de noviembre el 93,87% de los contratos realizados fueron temporales y un 37,17% (1.177) han sido a registrado como contratos a tiempo parcial. Las actividades que mayor número de demandantes registra están relacionadas con las de hostelería con 556 personas más paradas, situándose un total de 2.838, seguido de las actividades de administración y servicios auxiliares con 534 demandante, y con un aumento de 49 personas más que el mes anterior,.

Desde UGT incidieron en que «en ocasiones cuando se dan variaciones de poca consistencia en determinados sectores, es por el llamado efecto desánimo que se aprecia desde hace algún tiempo en los trabajadores que van agotando sus prestaciones por desempleo y no logran la inserción en el mercado laboral. Por eso, nos preocupa el número de personas desempleadas que ya no cobran ningún tipo de prestación por desempleo, situándose en 2.569, es decir un 43,191% de personas paradas. Por ello se hace necesario un cambio de políticas que centren a las personas y el empleo de calidad».