«Un picasso de hace 20.000 años». Así definió ayer el presidente de la Fundació Cirne, Enric Martínez, la plaqueta encontrada ahora en la Cova del Comte de Pedreguer. Los expertos confirmaron lo excepcional del hallazgo. «Es una de las manifestaciones artísticas más antiguas del País Valencià», enfatizó el arqueólogo Josep Casabó.

La plaqueta, de unos 12 cm, tiene grabado con trazos muy esquemáticos la cabeza de un caballo. Pertenece al periodo del paleolítico superior conocido como solutrense (se remonta a hace entre 22.000 y 18.000 años). Y no es el único hallazgo de la tercera campaña de excavaciones en este yacimiento, que terminó hace unos días. Los arqueólogos, tras vaciar de sedimento la entrada a la gruta, han descubierto otro grabado parietal solutrense. El dibujo inciso también es el de un caballo. El potencial de arte rupestre paleolítico de esta cueva salió a la luz en 2011. La Cova del Comte, pese a su nombre de alcurnia, se había utilizado hasta entonces como un aprisco en el que los pastores guardaban el ganado. Pero en su sala más profunda, a la que se accede por una estrecha gatera, escondía un santuario de arte prehistórico.

En esta última campaña, han encontrado una punta de sílex primorosamente trabajada. El jefe del servicio territorial de Patrimonio, Josean López, sostuvo ayer que es una hoja solutrense «de libro». El denticulado de sus bordes despista. Pudo realizarse en una época posterior. La pieza quizás formó parte del ajuar de un enterramiento calcolítico documentado también ahora. López animó al Ayuntamiento a instar la declaración de BIC del yacimiento y crear una colección museográfica para poder mostrar los hallazgos. Los arqueólogos coincidieron en el «excepcional potencial» de esta cueva. Solo han acariciado su epidermis paleolítica.