El Ayuntamiento de Benidorm iniciará esta semana un expediente de desahucio ante la negativa de la contrata de la piscina y el gimnasio del Palau d'Esports de l'Illa de abandonar las instalaciones. El pleno del pasado mes de octubre aprobó la resolución del contrato y la incautación de la garantía aportada por la concesionaria Levantina de Servicios Acuáticos, que ascendía a 50.000 euros. Según fuentes municipales, la razón de poner fin a esta relación contractual, que se fijó por diez años, tiene que ver con diferentes incumplimientos de la misma, «como el impago del canon y a los trabajadores, la falta de mantenimiento de las instalaciones o el no haber ejecutado en tiempo y forma las obras de mejora a las que estaba obligada según la propuesta que presentó», tal y como explicaron en su momento las concejalas de Urbanismo y Deportes, Lourdes Caselles y Ana Pellicer.
Esta decisión fue avalada, además, por un informe del Consell Jurídic Consultiu, ante el que se elevó esta operación por parte también del pleno.
Las mismas fuentes municipales argumentaron ante este periódico que una vez adoptado el último acuerdo por la corporación, «la decisión debía ejecutarse pero se le dio hasta final de mes de noviembre a la empresa para que pudiera arreglar las cosas con sus trabajadores». También reseñaron que «si no se quieren ir por las buenas» entre hoy y los próximos días les trasladarán la decisión de desahuciarles, «y les daremos un plazo para que desalojen. Si no lo hacen tendrá que intervenir la Policía», destacaron.
Una de las razones por las que consideran estas mismas fuentes que el adjudicatario no quiere abandonar la instalación es «porque le hemos incautado la garantía de 50.000 euros».
Por su parte, el administrador de Levantina de Servicios Acuáticos, Juan Carlos Hernández, aseguró que esta estrategia que están siguiendo para tratar de mantenerse tiene que ver con que «queremos mantener los trabajos de los 14 empleados que tenemos en plantilla y hemos comenzado a remontar económicamente en los últimos meses».
A finales de julio, esta misma mercantil comunicó al Ayuntamiento su pretensión de abandonar las instalaciones por falta de solvencia económica para mantener el servicio pero finalmente reculó. «En ese momento estábamos atravesando un bache porque era el mes más flojo, pero ahora las cosas han comenzado a ir mejor. De hecho, ya tenemos avanzadas algunas de las obras prometidas, como la sauna y unas salas que vamos a incluir en el sótano», indicó Hernández.
El administrador de esta sociedad destacó que han pasado un momento duro y han tenido que reducir el personal, «pero estamos saliendo adelante, sólo necesitamos algo de tiempo por parte del Consistorio», resaltó, a la vez que apuntilló que los pasos para conseguirlo los ha puesto en manos de sus abogados.
