El alcalde de Finestrat, Juan Francisco Pérez, reconoció ayer haber recibido varias quejas vecinales, entre ellas la de alguna asociación, por la acumulación de algas en la orilla de la playa de La Calaacumulación de algas . El manto de flora marina cubría varios metros de entrada al mar, lo que ha perjudicado a los bañistas que, debido a la buena climatología, pretendían darse un chapuzón.
El primer edil explicó que esta gran masa de algas se acumuló después del temporal que hace algunas semanas azotó gran parte de la provincia. «En un principio estaban en el agua pero, poco a poco, han ido alcanzando la orilla», determinó Pérez, que también reseñó que no han actuado hasta ahora por varias razones. «Primero, porque los expertos nos habían dicho que estas algas sirven para regenerar el litoral. Segundo, porque la empresa con la que trabajamos es de Benidorm y estaban en fiestas. Además, teníamos que esperar a que las algas salieran al exterior para poder retirarlas, porque si no se hace bastante complicado», argumentó el alcalde de Finestrat. De hecho, adelantó que la previsión es que hoy quede la zona limpia de flora marina.
Juan Francisco Pérez recalcó que todo esto se lo ha comentado a las asociaciones de vecinos que le han trasladado la queja, además de su intención de solventarlo ya. «También hay que tener en cuenta que el temporal causó numerosos desperfectos en la zona y teníamos que atenderlos por un orden de prioridades. Acabamos de actuar sobre la avenida de la Marina Baixa, que va desde la carretera general hasta la playa», manifestó el alcalde.
Sin embargo, Daniel Fernández, uno de los vecinos de la zona de La Cala, aseguraba ayer a este diario no haber recibo explicaciones demasiado claras sobre lo que ocurría en esta playa por parte del Ayuntamiento de Finestrat. «Yo sólo sé que aquí nos hemos encontrado con un manto de algas de más de 10 metros de largo. Hay bañistas que se las tenían que ingeniar para hacer un camino entre toda la flora para poder meterse al agua y darse un baño», detalló este madrileño, que pasa temporadas en La Cala.
Otros turistas, que se encontraban ayer en la zona, puntualizaban que es «indignante» que una playa tan turística se mantenga tanto tiempo en estas condiciones. Algunos restauradores también se quejaron por el olor de esta flora marina, que «espantaba» a sus clientes de sus terrazas.
