Caídas, agua, manos gigantes y muchas risas entre todos los festeros que se congregaron ayer en la Plaza de Toros de Benidorm. Los peñistas se convirtieron en pequeños «pueblos» participantes del mítico concurso de televisión que emitía la cadena pública, el «Grand Prix», pero en esta ocasión, sin vaquillas. Los concursantes se jugaban 300 euros, un único premio. Compitieron seis peñas: Tot per a fer (equipo blanco), No me'n recorde (rojo), Anem d'aigua (azul), 24 i jo (amarillo), Tenim tela (verde) y Estem com volem (naranja).

Corrieron entre obstáculos, cargados de cubos de agua, en suelos resbaladizos y por rampas hinchables. También usaron la cabeza y sus conocimientos matemáticos más simples cuando se enfundaron una mano gigante. Los peñistas tenían que hacer sumas, restas o divisiones mientras corrían al número de la respuesta que había colocado en el suelo. Una norma importante: había que tirarse encima de él. Preguntas como «6+3+1», se resolvieron fácilmente, el error llegó cuando llegaron las divisiones.

La prueba que más risas provocó entre el público y los propios concursantes fue la de los troncos, en la que los participantes tenían que saltar encima de los cinco para llegar al final, todo ello cargados de un cubo de agua.

«Menos mal que no hay repetición», decía el presentador de las pruebas. Se pudieron ver todo tipo de caídas, de cabeza, de trasero, de lado y maneras en las que la ciencia tendría complicado de explicar. Por no hablar de la rampa del inicio, que algunos de los festeros se las vieron y desearon para poder superarla. Eso sí, también los había en forma y eran capaces de llegar hasta el final sin una gota de sudor.

En la prueba de la piñata, en la que, con los ojos vendados y guiados por las palabras de un compañero, tenían que ir a explotar con un palo globos de agua, la peña «No me'n recorde» logró pasearse por el ruedo sin acercarse si quiera al objetivo. Finalmente, los festeros de «24 i jo» se hicieron con el premio.