Las asociaciones que representan al sector del ocio y al pequeño comercio en Benidorm consideran que uno de los problemas del «todo incluido» reside en la política que establecen los propios touroperadores. En concreto, en la capital turística de la Costa Blanca, aseguran que «ejercen condiciones oligopolísticas para intentar imponer este modelo». Asimismo, advierten de que a estas grandes empresas les interesa dicho tipo de paquete turístico porque «resuelven problemas de ocupación» y «evitan ofertas complementarias caras».
Estas afirmaciones se desprenden de un estudio que la Asociación de Comerciantes Independientes de Benidorm (Aico), la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Benidorm (Abreca), y la de locales de ocio nocturno (Ociobal) han encargado tanto a especialistas en turismo como de obras públicas de la Universidad de Alicante. De hecho, fuentes de estas agrupaciones entienden que son estas empresas y las grandes cadenas las únicas que se benefician de dicho modelo.
Este informe se pretendía presentar el pasado viernes en la Comisión Política y Técnica para el estudio de la práctica del «Todo Incluido (TI)». Finalmente, la reunión se aplazó a hoy, con el fin de que los miembros de la comisión puedan profundizar en los estudios que ha realizado cada componente. En el documento encargado por todas estas asociaciones de comerciantes y ocio se indica que en Benidorm «el sector hotelero se encuentra mayoritariamente en manos locales con escasa concentración de la propiedad, lo que dificultad su capacidad de negociación con los touroperadores». También se incide en que «el TI en Benidorm está ofrecido sobre todo por cadenas hoteleras, con lo que no queda claro el desequilibrio de fuerzas en las negociaciones». De hecho, según el estudio, ni siquiera el sector hotelero es un gran beneficiario de este tipo de oferta.
En esta investigación se subraya además que el modelo del «"todo incluido" supone un descenso de los ingresos para el pequeño comerciante y la restauración». Aporta datos que reflejan que en Benidorm, de 2007 a 2012, la reducción de la actividad de bares y restaurantes y del pequeño comercio fue muy baja en comparación con otras ciudades, a pesar de la crisis. «En 2013 y 2014, cuando mejor debería percibirse el inicio de la recuperación económica, la actividad de estos sectores es cuando presenta los peores resultados», se detalla. «En los dos últimos años ha sido muy desfavorable, acentuándose el descenso hasta el 28%», manifiestan los autores del documento, además de resaltar que ha sido en el último lustro cuando más se ha implantado el TI en Benidorm.
Por otro lado, la Asociación de Agencias de Viajes de Benidorm (Avibe) se muestra algo menos crítica ante este modelo en el informe que ha preparado. «Si Benidorm no ofrece el tipo de producto que los clientes demandan, existen muchos otros destinos donde elegirlo», destaca. Asimismo, incluye una serie de argumentaciones por las que, a nivel legal, no se puede regular el «todo incluido». En Avibe consideran que la solución pasaría por reorganizar o hacer más atractiva la oferta complementaria.
La Fundación Turismo, en el documento que ha preparado, al igual que Avibe opina que tratar de regular este asunto sería toparse «con la economía de mercado», por lo que no lo ven viable. Para esta entidad, «es únicamente una parcela de la comercialización de uno de los productos de la ciudad, y en ningún caso debemos demonizar los productos de forma individual».
La patronal hotelera de la Costa Blanca (Hosbec) se ha mostrado desde la constitución de esta comsión en contra de este debate. En la pasada reunión ya presentó datos en los que consideraba que el impacto del TI en Benidorm es bajísimo, por lo que no cree que haya que tomar ninguna medida como lo ven oportuno los comerciantes y el sector del ocio (restauración y locales nocturnos).
