El trenet de la Marina nunca ha sido una bala. Ahora los pasajeros deben armarse, más que nunca, de paciencia. El trayecto entre Dénia y Benidorm (y viceversa), de 50,8 kilómetros, roza ya las dos horas. A los retrasos habituales en esta línea, la 9 del Tram de Alicante, se suman ahora diez minutos de propina. Son los que se pierden en el transbordo en autobús entre Calp y Altea. Desde el martes, este tramo de vía está cortado por obras. Los pasajeros al llegar a una de las estaciones de estos dos pueblos tiene que apearse del trenet y subirse al autocar que los llevará por las curvas y túneles del Mascarat y la travesía urbana de la N-332 en Altea.
«Ahora hace una hora justa que hemos salido de Benidorm», comentó ayer una pareja de jubilados al bajar del autobús en Calp. «Y lo que nos queda, ya que hasta Dénia todavía se tarda un rato», añadió el marido. El trenet, en ese tramo hasta la capital de la Marina Alta, traquetea sobre vías viejas de traviesas desgastadas de madera.
Los viajeros coincidían en que en el trayecto en autobús pierden diez minutos. «Viajar en el trenet ya se hacía eterno. Y ahora es peor», dijo un pasajero que dio por bueno que ahora se agraven los retrasos si, cuando dentro de dos años acaban las obras, «este ferrocarril, por fin, es competitivo. Porque ahora sirve para hacer turismo sin prisa».
Un grupo de estudiantes que viajaba de Benidorm a Dénia, donde hacen un ciclo formativo, ya se resignaban a llegar tarde a clase. «Cuando entremos al instituto será casi hora de volver», indicó uno de ellos. Eran las 12 y llegaban a Calp. Les quedaba una hora de viaje.
Los transbordos en autobús se prolongarán durante 6 meses. El autocar para en los apeaderos de Cap Negre, Garganes y l'Olla d'Altea. Este último no está pegado a la N-332 y, para evitar que el bus se desvíe, la parada se trasladará provisionalmente junto a la carretera nacional.
Las obras en la Línea 9 continuarán luego en los tramos de Benissa, Teulada, Gata y, finalmente, Dénia. También habrá que hacer transbordos. La modernización concluirá dentro de dos años. El trenet deberá funcionar como un reloj.
