Los trabajadores del restaurante Playa, en el puerto pesquero de Calp, bajaron la persiana alrededor de las 21.30 horas. No había sido una noche de mucho trajín. «Cerramos con normalidad, pero poco antes de medianoche me llamaron porque el restaurante estaba ardiendo», comentó ayer José Antonio, uno de los propietarios.

El fuego comenzó en un cuadro eléctrico. Las llamas y, sobre todo, el humo causaron graves daños en el interior del restaurante.

Mientras los bomberos sofocaban las llamas, la policía local y la Guardia Civil desalojaron las dos fincas que están sobre el local. Unos 50 vecinos salieron a la calle a toda prisa. «La policía se ha portado de maravilla. Ha ido puerta a puerta avisándonos a todos y ayudándonos a bajar a la calle», indicó un residente. Todos los desalojados regresaron hora y media después a sus pisos. Mientras, en el restaurante ya se trabaja para poder abrir cuanto antes.