«Desperta ferro» era el grito de guerra de los Almogàvars, la filà del capitán Cristiano, Juan Vicente Pérez, en el que inspiró su boato de ayer. Los elementos que dan carácter a su filà protagonizaron la Entrada Cristiana que dio comienzo pasadas las 19.30 horas y convocó a miles de asistentes.

Los primero en desfilar, los «Nanos» y la carroza de «pastoretes», seguidos por la bandera de la Asociación de Moros y Cristianos. Tras ellos, la entrada del abanderado y su boato, Gonzalo Santamaría Belinchón, de la filà Pirates, junto con el embajador, Miguel Ángel Sanchis Sanchis; pusieron los dientes largos al público, anunciando la llegada de las escuadras de las distintas filaes. Al son de la música, fueron apareciendo las banderas y los integrantes de los Cavallers del Cid, Navarros, Pirates Tro, Corsaries, Corsarios, Filibusters y Almogàvers Xiques.

El plato fuerte llegó con el espectacular boato de la capitanía, que abrieron los Heraldos. Seis escuadras especiales de hombres y mujeres, junto a 8 bandas de música desfilaron por las calles del municipio. Sobre la carroza, imponentes el capitán, Juan Vicente Pérez Ferrando, con su capitana, María Vidal Berenguer.

El punto y final del desfile lo puso la banda de música de Callosa d'en Sarrià con la marcha «El honor de un caballero».

Una mención especial se merece el Ballet de Callosa, así como el de Ana Botella de Alcoy con 50 bailarinas y su carroza de estatuas, que salieron acompañadas del Grup de Percussió, Metall i Dolçaina «Raval Jussà» de Albaida.

Tras el desfile se celebró un acto en honor a la Mare de Déu de les Injúries, en la Iglesia de San Juan Bautista y más tarde el baile cristiano en honor a su capitán.