El Palau d'Esports L'Illa de Benidorm ha iniciado el nuevo curso con buena parte de sus instalaciones cerradas. La mitad de los vestuarios siguen inoperativos desde que se detectara un brote de legionela en la piscina el pasado mes de marzo, y se decretara su cierre temporal.
Del total de 13 vestuarios, 6 continúan clausurados, tal y como confirmó ayer la Concejalía de Deportes, a la espera de que se acometan unas obras que contemplan la instalación de nuevos grifos, como medida preventiva. La concejala del área, Ana Pellicer, aseguró a este diario que el comienzo de dichas obras está previsto para las próximas semanas, antes de que acabe el mes de octubre. Un proyecto en el que, dijo, lleva trabajando desde hace más de un mes y que «sólo requiere de un último informe de ingeniería para que se fije la fecha de inicio».
Según la edil, las reformas se financiarán con una partida del presupuesto de Sanidad y se dedicarán al intercambio de «los pulsadores existentes, que no permiten modificar la temperatura del agua, por unos grifos que cuenten con palanca de frío y calor, de forma que el agua pueda alcanzar los 55 grados y al recorrer las tuberías evite que prolifere esta bacteria», explicó a este periódico.
La situación del polideportivo del Palau fue duramente criticada por el grupo municipal Ciudadanos (C's), quien subrayó que la actividad deportiva de Benidorm arranca «a medio gas», lo que podría provocar un «posible colapso» en las necesidades de los usuarios. En esta línea, el concejal de C's, Eugenio García, denunció que su partido lleva «meses esperando que la Concejalía de Sanidad informe sobre el cierre de vestuarios y la inutilización de fuentes públicas del complejo deportivo».
Fuentes sin agua
El agua potable dejó de correr en las fuentes del Palau, por orden expresa del responsable técnico del departamento de Sanidad, quien, según Pellicer, «estimó como medida preventiva que no se les diese uso tras el brote de legionela». No obstante, la edil indicó que hay otras opciones para adquirir agua en el complejo como «las máquinas de agua o el bar que da servicio».
Desde Ciudadanos denuncian que se les haya privado a los usuarios de la posibilidad de beber agua de fuentes públicas, como lo hacían antes. Y critican que sólo se dé la alternativa de comprarla o beber del grifo, una opción que no se recomienda, pues «está hiperclorada», recalcaron. Asimismo, García criticó el silencio del gobierno local y la falta de comunicación «a la hora de mostrar a la oposición un informe de más de 50 páginas redactado por Sanidad Pública en el que se desvelan los riesgos encontrados por la Conselleria de Sanidad tras el cierre temporal por el brote de legionela y se marcan las recomendaciones necesarias de obras a ejecutar para poder abrir todas las dependencias». En este sentido, denunció que en varias ocasiones reclamaron dicha documentación al gobierno, así como que se informara al pleno sobre la situación del polideportivo, pero que en su lugar únicamente obtuvieron «un informe del técnico municipal».
