La crisis del rublo ha afectado a la llegada del turismo ruso a Benidorm, que apenas ha tenido incidencia en la Costa Blanca. De los datos de ocupación, dados a conocer ayer por la patronal hotelera Hosbec, se extrae que «el hueco que están dejando los turistas rusos que se alojaban en hoteles está siendo cubierto por turistas procedentes de Rumania, Polonia y Bulgaria, que han supuesto un 1,1 por ciento del mercado. Por detrás, le siguen Portugal (0,9%), Irlanda (0,7%), Francia (0,4%), Alemania (0,2%), Suiza (0,1%) e Italia (0,1%).