Las huestes de la Media Luna tomaron una vez más la playa de Levante de Benidorm, ante la mirada atenta de cientos de turistas y vecinos. El primer gran acto de la celebración de Moros y Cristianos en la capital turística reunió a un público que no quiso perderse el espectáculo en el que, tras una gran batalla entre los dos bandos, el Rey Moro tomó la villa de Benidorm. Como novedad, se celebró el mismo día de la invasión mora la Embajada de la Media Luna.

Eran las 9 y media de la noche cuando el bando cristiano cenaba a orillas del mar. Pero esa tranquila velada se interrumpió con la llegada de un guerrero herido que, montado a caballo, advertía a los cristianos la llegada de los moros. Poco después, su arribada inminente al ritmo de los tambores motivó un enfrentamiento entre los bandos de la cruz y la luna.

Tras el rechazo del embajador cristiano a los intentos de intimidación de su enemigo, ambos líderes retaron a sus ejércitos a unos torneos de juegos medievales, que se disputaron los guerreros, y que terminaron en un empate que tuvo que ser resuelto con las armas. Cuando parecía que el cristiano tenía dominado al moro, éste se levantó y a traición lo apuñaló por la espalda. De esta forma el bando moro se proclamó vencedor y el embajador cristiano dio la orden de retirada de sus tropas.

Las huestes moras salieron victoriosas con la invasión de la villa, pero esa alegría será pronto interrumpida, como pronostica el programa de fiestas de Moros y Cristianos. Entre los actos del día de hoy, está previsto que se celebre una Diana a partir de las10.30 horas, en la que los festeros recorrerán algunas de las principales calles del centro de la ciudad. A las 18 horas tendrá lugar la Estafeta y la Embajada Cristiana, tras la cual se iniciará el Alardo, para finalizar con la Reconquista de la fortaleza de Benidorm por tropas cristianas. Mañana se celebrará el acto central, la gran Entrada Mora y Cristiana, que parte a las 19.30 horas desde la calle Tomás Ortuño.