La lluvia caída ayer obligó a acortar el recorrido habitual de la procesión en honor al Cristo del Sagrario y el patrón de Altea, san Blas, para evitar que hubiera algún accidente por caídas o resbalones en alguna de las cuestas del casco antiguo. Al filo de las 18 horas, cuando todavía llovía, se reunieron los representantes del Ayuntamiento, de la comisión del Cristo y de los Moros y Cristianos con el cura párroco para decidir si había procesión o no. Finalmente se optó realizar la misma por las calles San Miguel, San José, Santa Bárbara, Honda, Salamanca y Mayor evitándose las cuestas de la calle Sol y Costera dels Matxos, donde hay serio peligro de resbalar, para evitar caídas de los asistentes al principal acto religioso de las fiestas patronales.