Unas 50.000 personas han asistido esta noche en la localidad alicantina de Altea al espectáculo de fuegos artificiales Castell de l'Olla, que este año, en su 29 edición, ha iluminado con colores su playa con mil kilos de pólvora.

La pirotecnia Ricardo Caballer ha sido esta vez la encargada de disparar el castillo, para el que se han instalado diez plataformas (cinco grandes y cinco pequeñas) en la playa de la Olla, frente a los jardines de Villa Gadea, como base del lanzamiento de las carcasas.

Junto al alcalde de Altea, Jaume LLinares, han asistido al espectáculo el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, el Conseller de Economía y Turismo, Rafael Climent, el diputado nacional Joan Baldoví, el vicepresidente de la Diputación de Alicante, Eduardo Dolón, entre otros.