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Benidorm

Un exsocio de Olga Urbana potencia la venta del In Tempo a través de fondos de inversión

El antiguo gestor de la construcción del rascacielos afirma que empresarios de varios países, sobre todo británicos, están interesados en adquirir las torres

Una imagen de las torres In Tempo de Benidorm. DAVID REVENGA

Un exaccionista de Olga Urbana, sociedad que inició la construcción de las Torres In Tempo en Benidorm, está colaborando con varios inversores de diferentes países que están interesados en adquirir los famosos rascacielos. Estos enormes bloques de hormigón se encuentran inacabados (a falta de alrededor de solo un 5% de la obra) y su promotora está en proceso de liquidación.

El empresario Isidro Boronat, que contó con el 20% de las participaciones de Olga Urbana cuando se inició esta faraónica construcción en el año 2008, ha recibido en los despachos de su constructora, Coblanca, a varios grupos de inversores interesados en adquirir las torres más altas en Europa de uso residencial.

Boronat explica que se ha dirigido con algunos de ellos al despacho de la administradora concursal, encargada de acaparar las ofertas en firme que se realicen sobre el edificio. «Les he recomendado a la mayoría que se esperen a que finalice el proceso concursal que se está realizando sobre la promotora del In Tempo. Suponemos que se demorará un año y a partir de ahí esperamos que se realice una subasta. Presentar una oferta en firme, anticipadamente, les dejaría en una situación de desventaja frente a otros interesados», argumenta el constructor, que quiere dejar claro que no hace esto por dinero, «ya que a día de hoy mis acciones no valen nada», sino por una cuestión «de terminar algo que comencé».

En su opinión, las pujas que se realizarán sobre los rascacielos distarán mucho del precio en el que se valoraron hace meses por parte de una tasadora a petición de la administradora concursal. Según el constructor, se cifraron en alrededor de 100 millones de euros. «Ni la mitad. Cabe recordar que estas torres se construyeron en plena burbuja inmobiliaria. El metro cuadrado de estos pisos se valoró en 5.000 euros. Ahora los precios de mercado son muy diferentes. Según nuestros cálculos, no habrá nadie que pague más de entre 40 y 50 millones de euros por los rascacielos», determina Boronat, a la vez que reseña que la persona que se quede con los edificios «tiene que comprarlo por una cantidad inferior a lo que prevea obtener con la venta de los inmuebles, además de tener en cuenta que correrá con los gastos de finalización de la obra así como de la legalización de la propia construcción».

El empresario detalla que los grupos de inversores que han contactado con él son sobre todo británicos, aunque también los hay rusos así como de diferentes puntos de nuestro país.

La Sareb instó a un juzgado de Alicante a que se procediera al concurso de acreedores el pasado mes de noviembre, ya que la promotora arrastraba una deuda de más de 140 millones de euros. El «banco malo» es el mayor acreedor de esta cantidad, debido a que heredó un crédito de 93 millones de Caixa Galicia. Por falta de fondos la obra lleva paralizada desde mayo de 2014.

Isidro Boronat ha presentado un incidente ante la administradora concursal sobre si la Sareb debe ser acreedor privilegiado (los primeros en cobrar). «El "banco malo" ha ejercido el papel de gestor de la obra durante mucho tiempo. Y la ley dice que eso les colocaría como acreedor subordinado. Si se quedan como privilegiado no cobraría ninguna de las otras personas o empresas con las que mantiene deuda Olga Urbana», manifiesta, a la vez que indica que la administradora le ha denegado su petición.

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